Por Guillermo Geremía. Lo aseguró desde México una riocuartense que está en observación con los síntomas del virus. Ximena Liseaga vive en Estados Unidos pero viajó a Veracruz por razones personales. Dice que la psicosis por la enfermedad ha desatado una especie de fobia social.
Foto: Ximena, la riocuartense en observación.
«El cuadro de situación es bastante serio, la cosa está realmente
complicada», lo aseguró a Telediario Digital, la riocuartense Ximena Liseaga, desde Veracruz en México, donde está visitando a una amiga. La mujer de 36 años está en el epicentro del foco de la influenza porcina desde el día jueves 23 de abril para visitar a una amiga. Ella vive en Memphis, en los Estados Unidos, donde trabaja su esposo, especialista en tubos de acero para la industria petrolera.
A poco de llegar a México, sufrió un cuadro de enfermedad con todos los síntomas del mal que aterra al mundo, «el sábado comencé con manifestaciones de gripe, el domingo estuve fatal y ayer fui al medico porque tenia todos los síntomas, menos temperatura. La temperatura es la característica más fuerte de la cepa que apareció sorpresivamente», expresa a la distancia.
Fue el médico que la atendió en la noche del lunes quien le aseguró que descree de las informaciones que están dando las autoridades a través de los medios de comunicación.
«Me dijo que le llega una especie de reporte del ministerio de salud y seguridad y están hablando de más de 600 muertes. Los datos verdaderos de mortalidad no están claros no se reflejan en la información oficial», asegura Ximena.
Caber recordar que las autoridades mexicanas han admitido hasta el momento menos de 200 muertes.
Las dos caras de la enfermedad
La enfermedad es vivida por el país azteca de dos maneras diferentes. Mientras que algunos han caído en una especia de fobia al otro, hay muchos que todavía no toman en serio lo que esta ocurriendo.
«Mucha gente no esta tomando medidas de prevención, están dando vueltas sin tapaboca, se van a la playa aprovechando que no hay clases, no hacen caso a las recomendaciones del gobierno que trata de no alarmar. Pero en la mayoria de la población la psicosis está», relata Ximena.
En los aeropuertos se han tomado medidas extremas de prevención. Lisiaga aspira regresar cuanto antes a Estados Unidos. «Están controlando a todos los pasajeros con un termómetro láser y ante la mínima temperatura que tenes te apartan y no podes viajar».
La riocuartense se comunica a diario con sus padres que viven en la zona oeste de la ciudad. Hace desde el 2007 que está fuera de Río Cuarto . Su profesión de chef la llevó primero a España donde se capacitó en «El Bulli». uno de los restaurantes mejores del mundo. También vivió en Brasil antes de recalar en los Estados Unidos.