Playas vacías y miedo entre turistas: así se vive Río de Janeiro tras el megaoperativo
- Telediario Digital
- hace 6 horas
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La operación antinarco más sangrienta de los últimos años paralizó sectores de la ciudad y encendió la preocupación entre turistas argentinos. Brian Bobanovic, periodista radicado en Brasil, contó a Telediario Digital cómo se vive la tensión en una de las urbes más visitadas del mundo.

La ciudad de Río de Janeiro intenta recuperar la normalidad tras el megaoperativo policial que dejó más de 130 muertos. La operación, considerada la más letal de la historia reciente de Brasil, generó escenas de horror en la zona norte y provocó conmoción internacional.
“Río está paralizada, pero sigue viva”, describió Brian Bobanovic, periodista cordobés radicado en Brasil, en diálogo con Telediario Digital.
Desde las icónicas escaleras Selarón, uno de los lugares más turísticos de la ciudad, relató que “el turismo no se detuvo, aunque se nota menos gente y muchos trabajan con miedo o en señal de luto”.

La violencia se concentró en barrios periféricos y favelas ubicadas a unos 40 kilómetros de las zonas turísticas, donde se registraron los enfrentamientos más duros.
“Los turistas pueden venir tranquilos —explicó Bobanovic—. Lo que pasó fue en la zona norte, muy lejos de Copacabana o Ipanema. Las playas, el Pan de Azúcar y el Cristo Redentor siguen abiertos”.
Mientras tanto, la presencia policial se reforzó en los principales puntos turísticos. Comerciantes y trabajadores del sector reconocen que hubo noches de temor, pero que la actividad comenzó a recuperarse. “El turismo no puede darse el lujo de parar en una ciudad tan visitada como Río de Janeiro”, señaló el periodista.

La operación, que buscaba desarticular a una poderosa organización narco, derivó en una polémica por el uso de la fuerza y el elevado número de víctimas. El gobierno brasileño enfrenta críticas por la magnitud del despliegue y por el impacto que la violencia tiene sobre la imagen internacional de la ciudad.
A pesar de la tensión, los principales circuitos turísticos mantienen su ritmo. “Hay preocupación, pero también resiliencia —cerró Bobanovic—. Río sigue siendo una maravilla del mundo, incluso en medio de su caos.”

