La carne subió 15% y el sector apunta a las provincias: por qué el precio ya no lo define el consumidor
- Telediario Digital
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Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, cuestionó la carga impositiva que aplican municipios y provincias, y advirtió que la falta de ganado y la presión exportadora empujan los precios al alza. El sector proyecta más aumentos hacia fin de año.
El precio de la carne volvió a escalar —en promedio un 15% en las últimas semanas— y el sector apunta a un combo explosivo: impuestos municipales, baja de stock ganadero y presión exportadora. Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, sostuvo que “es vergonzoso lo que cobran los municipios” y que el consumidor “termina pagando una cadena cada vez más cara”.

Pedace explicó que el valor de las guías, un costo que se aplica en cada traslado de animales, se duplicó en un año.
“En enero se pagaba un monto y ahora es el doble. Es un aumento del 100%. Es una vergüenza lo que hacen los municipios”, afirmó. A esto se suman otros cargos: “La promoción de carne aumentó también. Todo repercute en el precio final”.
El dirigente agregó que el problema no se limita a un eslabón. Provincias aplican Ingresos Brutos, municipios cobran guías “sin arreglar caminos” y la Nación mantiene tributos que encarecen la cadena. “Siempre que se pone más impuesto a lo formal, es más tentador lo informal”, advirtió, señalando que muchos pequeños comercios trabajan con monotributo y no pueden ser facturados plenamente: “Para vender un kilo de carne hay que ser contador”.

Presión exportadora y falta de novillo pesado
Pedace señaló que la dinámica de precios cambió: “Antes el precio lo ponía doña Rosa, que representa el 75% del consumo interno. Hoy lo pone la exportación”. La razón: falta de novillo pesado. “Los exportadores están comprando animales más livianos para recriarlos y exportarlos. Se metieron en la misma mercadería que va al mercado interno”.
El stock ganadero tampoco acompaña. “En 1978 había 50 millones de cabezas para 25 millones de habitantes. Hoy somos casi 50 millones y seguimos con 50 millones de cabezas. Perdimos una por habitante”, comparó. Mientras tanto, países vecinos como Brasil duplicaron su rodeo.

Impacto federal: provincias ahogadas en impuestos y stock estancado
La cadena cárnica es una de las que más revela las asimetrías federales: municipios que cobran tasas sin contraprestación, provincias que dependen de Ingresos Brutos para sostener sus cuentas y productores que migran a cultivos más rentables. “Las malas políticas pasadas —como el cierre de exportaciones o ‘carne para todos’— hicieron que producir ganado no fuera negocio”, remarcó Pedace.
Esta combinación golpea especialmente a economías regionales con fuerte presencia de feedlots, frigoríficos y pequeños matarifes, que deben afrontar costos crecientes frente a caminos deteriorados, falta de inversión y un sistema impositivo regresivo.
Lo que viene
Para Pedace, el rumbo del Gobierno nacional es “el correcto”, pero reconoce que será un proceso “doloroso y largo”. La cámara no espera bajas de precios para diciembre: “Los precios se van a mantener y en algunos casos van a seguir aumentando. El problema estacional empuja y la exportación marca el ritmo”.
En ese contexto, el poder adquisitivo es determinante: “La licuación de salarios hace difícil recomponer el consumo, aunque la Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo de carne del mundo”. Y la frase final resume el escenario: mientras la carne siga siendo relativamente barata frente a otros alimentos más industrializados, el consumo interno resistirá… aunque cada vez con más tensión.

