Una noche con 1500 jóvenes y un operativo clave para evitar el descontrol
- Telediario Digital

- hace 24 horas
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Unos 1500 estudiantes de quinto año festejarán su “Último Día de Quinto” en cuatro locales habilitados por el municipio. Habrá controles, listas cerradas, autorización digital obligatoria y un operativo conjunto entre el Área de Juventud, Seguridad, Guardia Urbana y Policía. El desafío: combinar diversión y cuidado en un evento que crece año tras año.
El “Último Día de Quinto” vuelve a movilizar a toda la estructura municipal, con unos 1500 adolescentes celebrando en cuatro locales habilitados bajo un dispositivo especial de prevención. La organización quedó nuevamente en manos de un esquema mixto entre el municipio, los padres y los establecimientos nocturnos, con la coordinación del Área de Juventud, a cargo de Miguel Alonso.

Según explicó Alonso en diálogo con Telediario, este formato se sostiene por segundo año consecutivo gracias al trabajo previo realizado con familias, dueños de boliches y autoridades de Espectáculos Públicos, que incluyó la modificación del código correspondiente.
“Los jóvenes ya estaban incorporados a la nocturnidad y había que darles un marco legal para que puedan salir de forma segura, sin caer en la clandestinidad ni tener que viajar a otras localidades”, remarcó.
El ingreso será estrictamente controlado: cada estudiante deberá contar con autorización digital (+16) a través de CIDI, validada por madre, padre o tutor. Además, cada curso firmó un contrato con el local elegido, con un listado cerrado de quienes pueden ingresar. “Es una fiesta privada y nadie por fuera del listado puede entrar”, enfatizó Alonso, destacando el rol activo de los padres delegados.

El operativo contempla presencia de Guardia Urbana, personal municipal de Espectáculos Públicos, coordinación con la Policía y equipos de seguridad privados. También deberán garantizarse puestos de hidratación y servicios de emergencia. El año pasado, según Alonso, el balance fue positivo:
“Los únicos inconvenientes fueron algunos jóvenes que llegaron en condiciones que impedían el ingreso; se llamó a los padres y respondieron de manera ejemplar”.
Las restricciones también apuntan a evitar circulación entre locales y a desalentar la histórica concentración en la plaza céntrica, aunque habrá vigilancia preventiva. La salida será a las 6 de la mañana y ningún estudiante podrá retirarse sin ser buscado por su tutor.
Este tipo de celebraciones, extendidas en ciudades del interior del país, obligan a los municipios a repensar políticas públicas para la juventud: cómo acompañar a miles de adolescentes que acceden tempranamente a la nocturnidad sin dejar el problema librado a la improvisación. En un país donde las capacidades estatales varían drásticamente entre provincias y municipios, el modelo local se convierte en una referencia para otras localidades que enfrentan escenarios similares.
El desafío, afirman desde el municipio, es sostener una fiesta tradicional sin resignar prevención. Lo que ocurra esta noche será clave para evaluar si este esquema puede consolidarse como política pública o si deberá reformularse en los próximos años.



