Lo peor no pasó: el consumo se frena y las familias ajustan hasta en la canasta básica

El consumo acumula cinco meses consecutivos de caída y muestra el fuerte enfriamiento de la economía. Los almaceneros aseguran que ya “no hay comienzo de mes” y que el consumidor recurre a segundas marcas, pagos con crédito y compras “hormiga” para llegar a fin de mes.

El consumo interno, motor clave de la economía argentina, no da señales de recuperación. Según datos recientes, las ventas en supermercados y almacenes registraron en agosto su quinta caída consecutiva, reflejando la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y el freno general de la actividad.

Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros bonaerenses, advirtió que “el consumo está muy plano” y que “ya no hay espacio en el bolsillo del consumidor para un nuevo aumento”.

La suba de tarifas, el transporte y los servicios básicos se lleva gran parte de los ingresos familiares: “La gente compra lo justo para pasar el día”, resumió.

El fenómeno se nota en las góndolas. Las familias reemplazan las primeras marcas por segundas o marcas pymes, que ganan terreno por precio y calidad. “Si a la familia le gusta el producto, lo vuelve a comprar. Cada vez se venden más marcas nacionales”, explicó Savore, quien defendió el rol de las pymes como proveedoras del comercio de barrio.

Otro cambio relevante es el uso del dinero. Ocho de cada diez compras se pagan con medios electrónicos y crece el uso de la tarjeta de crédito para comprar alimentos.

“Eso muestra que en el bolsillo del trabajador ya no queda dinero”, señaló el dirigente, alertando sobre un fenómeno que agrava el endeudamiento de los hogares.

Desde el sector advierten que la incertidumbre electoral y la falta de reacción del consumo afectan tanto a grandes cadenas como a pequeños comercios. “No hay comienzo de mes, la plata se va en los servicios. El cliente compra un paquete de fideos y un puré de tomate, y vuelve al otro día por lo que falta”, describió Savore.

A la espera del panorama post electoral, los almaceneros reclaman medidas concretas que alivien los costos y promuevan el empleo formal.

“Los funcionarios tienen que dejar de hacer política y ponerse a trabajar. Las pymes queremos volver a dar trabajo, pero hoy hay miedo a los juicios laborales”, concluyó.