Estados Unidos endurece el cerco a Venezuela y el Mercosur vuelve a fracturarse
- Telediario Digital
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El conflicto entre Washington y Caracas suma a Brasil como actor clave y vuelve a exponer las disputas de poder, los alineamientos y las diferencias de estrategia en América Latina.

La escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela vuelve a sacudir el tablero geopolítico de América Latina. La incautación de un tercer buque asociado al comercio petrolero venezolano —con capitales chinos y bandera panameña— sumó un nuevo actor de peso al conflicto y profundizó un bloqueo que impacta de lleno en la economía del país caribeño.
Según el análisis del politólogo Pablo Wehbe, el endurecimiento de las medidas impulsadas por Washington no responde a un interés directo por el petróleo venezolano. “Estados Unidos hoy es exportador de crudo.
"El objetivo es geopolítico: asfixiar económicamente a Venezuela, cuya principal fuente de divisas es el petróleo”, sostuvo.
El efecto dominó ya se siente en la región. Cuba, que atraviesa su peor crisis económica en décadas, depende en gran medida del petróleo subsidiado que recibe desde Caracas. La caída en los envíos diarios representa un golpe directo a la economía cubana y refuerza la presión sobre el régimen de la isla.
En paralelo, el conflicto reavivó las tensiones internas dentro del Mercosur. Mientras Luiz Inácio Lula da Silva advirtió sobre las consecuencias humanitarias que puede generar el bloqueo y se ofreció como mediador, Argentina adoptó una postura opuesta. El presidente Javier Milei respaldó abiertamente las medidas de Estados Unidos y agradeció públicamente a Donald Trump por su accionar contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Este cruce dejó al descubierto dos bloques dentro del Mercosur: por un lado, Brasil y Uruguay, que alertan sobre una posible tragedia humanitaria y reclaman diálogo; por el otro, Argentina, Paraguay y Bolivia, alineados con la estrategia estadounidense. La fragmentación debilita la posición regional en un contexto global cada vez más complejo.
Con China apareciendo como actor indirecto y con economías frágiles como la cubana en riesgo, el conflicto excede largamente a Venezuela. La pregunta que sobrevuela ahora es si América del Sur logrará una posición común o si la disputa entre potencias terminará profundizando aún más las divisiones políticas y económicas del continente.

