Una “supersesión” marcada por el impuestazo y fuertes críticas opositoras
- Telediario Digital
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El Concejo Deliberante aprobó el Presupuesto 2026, los incrementos impositivos y el nuevo pliego de higiene urbana en una maratónica sesión atravesada por cuestionamientos opositores. Los concejales Pablo Benítez y Franco Miranda denunciaron subas que, en categorías bajas, llegan al 150%.
En una sesión que dejó chispas en el recinto, el Concejo Deliberante aprobó el Presupuesto municipal 2026, los aumentos de impuestos y el nuevo pliego de licitación del servicio de higiene urbana. El paquete fiscal, clave para el próximo año, fue votado en medio de una fuerte ofensiva opositora que denunció incrementos desmedidos y falta de creatividad fiscal.
El concejal Pablo Benítez (Primero Río Cuarto) fue uno de los más duros al calificar el esquema como “un nuevo impuestazo para los riocuartenses”. Según expuso, los ejemplos presentados por el secretario de Economía en comisión mostraban aumentos del 70% en el inmobiliario, mientras que las categorías más bajas —las más modestas— “llegan al 100 y 150%”. .
También advirtió que los incrementos en agua y cloacas se ubican cerca del 97%, lo que, afirmó, impactará de lleno en los hogares con menor capacidad contributiva.
Asimismo, Benítez cuestionó la presión fiscal en automotor, que “en general supera el 50%”, y criticó al Ejecutivo por compararse con otros municipios sin analizar las diferencias de contexto.
“¿Cómo es que otros municipios usan la creatividad para llegar a los contribuyentes y acá siempre se elige subir impuestos?”, planteó en el recinto.
Por su parte, Franco Miranda (La Fuerza del Imperio) también rechazó el paquete fiscal y apuntó contra el oficialismo por avanzar sin contemplar alternativas ni establecer topes razonables. Para el edil, el Presupuesto 2026 y el nuevo pliego de higiene urbana consolidan un esquema que “recarga al vecino en un momento económico extremadamente complejo”, sin generar mecanismos que alivien la situación de sectores productivos, comercios y familias.
El debate dejó expuestas las tensiones que atraviesan a los gobiernos locales frente a una economía nacional que empuja hacia arriba los costos operativos y contrae los ingresos.
En un marco de recesión y caída de recursos, municipios del interior ya vienen ajustando sus cuentas, pero en Río Cuarto la discusión volvió a poner en juego una pregunta de fondo: ¿quién termina absorbiendo el esfuerzo fiscal cuando el Estado municipal decide aumentar tasas?
De cara a 2026, la oposición adelantó que seguirá de cerca la evolución de los impactos reales en los contribuyentes y no descarta nuevas presentaciones políticas. El oficialismo, en tanto, busca sostener el andamiaje presupuestario ya aprobado, aun con un clima de creciente tensión social frente a cada suba.