“Un país normal va a ser cuando la gente se levante con la hora normal”
- Telediario Digital
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En diálogo con Telediario, el doctor en Ciencias Meteorológicas Federico Norte respaldó el proyecto impulsado por Julio Cobos que busca cambiar el huso horario de Argentina, destacando el impacto que la hora actual tiene sobre la salud, el ánimo y la vida cotidiana de la población.
El proyecto para modificar el huso horario en Argentina y atrasar los relojes obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. La iniciativa, impulsada por el legislador mendocino Julio Cobos, busca que el país retome la hora que, según especialistas, se ajusta mejor a la realidad geográfica y a la vida cotidiana de los argentinos. Ahora será el Senado quien deberá definir su aprobación definitiva.
Norte, investigador mendocino y referente en este debate, celebró el avance de la propuesta y subrayó la necesidad de adecuar el horario oficial a las condiciones naturales.
“La Argentina no está en el uso horario que le corresponde. Eso afecta el rendimiento, la salud y hasta el estado anímico de la gente”, remarcó.

El meteorólogo explicó que en provincias como Mendoza, durante junio, el sol puede salir recién después de las 9:00 de la mañana, cuando las actividades escolares y laborales ya comenzaron.
“Eso significa que niños y trabajadores empiezan su jornada en completa oscuridad, algo que repercute directamente en el descanso y en la productividad”, señaló.
Norte recordó que en el gobierno de Arturo Illia, en 1963, se aplicó el huso -4:
“La gente se levantaba con la luz del día y eso tenía un impacto positivo en el ánimo social. Después se volvió a modificar, y desde entonces vivimos con un desajuste que se repite según decisiones políticas”.
También citó el caso de las Islas Malvinas, donde se aplica el huso correcto y se realizan ajustes estacionales como en otros países vecinos.
Para el especialista, el tema excede la técnica y tiene impacto directo en la vida diaria:
“El ser humano es diurno. Entonces, cuando se levanta uno a la mañana y durante una hora y media sigue oscuro, los niños creen que todavía les falta dormir.”
Por eso, consideró fundamental que la ley contemple un mecanismo claro de ajustes: atrasar los relojes en marzo y adelantarlos en octubre, tal como ocurre en gran parte del mundo.
“Un país normal va a ser cuando la gente se levante con la hora normal. Esa es mi posición”.