Tirotearon varias veces una casa y la familia vive aterrada: denuncian que los disparos son para intimidar a un hijo

Una mujer afirma que su vivienda fue atacada a balazos en al menos cinco ocasiones, de madrugada y a plena tarde. Sospecha que buscan intimidar a uno de sus hijos, pero teme que la próxima bala impacte en un inocente. Asegura que la Policía “hace lo que puede”, pero que “la Justicia no da respuestas”.

Una vecina de barrio Florencio Sánchez asegura que su casa fue tiroteada en cuatro o cinco oportunidades en los últimos días. Los disparos ocurrieron de madrugada, a plena tarde y cuando en la vivienda había menores durmiendo. Los impactos alcanzaron paredes y ventanas, y también afectaron a casas linderas.

Ayelén Brescia, propietaria del inmueble, relató que el último ataque ocurrió “antenoche”, cuando desde una moto y un auto efectuaron entre siete y nueve disparos contra su casa.

“Hace varios días que vengo que me tirotean la casa. Ya no sé qué hacer ni adónde acudir”, dijo en una entrevista con evidente angustia.

Según la mujer, sabe quiénes son los responsables porque quedaron registrados en cámaras y porque reconoce a los agresores. Sin embargo, tiene miedo de denunciarlos formalmente.

“Si caen presos les van a leer la denuncia y después van a volver a mi casa. Yo sé que la Policía viene y hace lo que puede, pero los de arriba —la Justicia— no dan órdenes para actuar”, afirmó.

La víctima sostiene que los ataques estarían vinculados a conflictos previos entre grupos de jóvenes, incluyendo a uno de sus hijos. “No digo que mi hijo sea trigo limpio, pero todos saben que la familia no se toca. Si tienen problemas, que los arreglen en otro lado. Están comprometiendo a vecinos que no tienen nada que ver”, enfatizó.

El miedo alteró por completo la dinámica cotidiana. Ayelén dice que vive “encerrada a las ocho o nueve de la noche”, y que les pide a sus hijos que no se queden en la vereda. “Llega a pasar que tiran un tiro cuando salen del colegio… y después dicen que es culpa de la mamá”, lamentó. Los vecinos, que también recibieron impactos en sus viviendas, comparten la preocupación.

El caso quedó bajo investigación policial, aunque de momento no hay medidas judiciales concretas. La familia teme que la escalada de violencia termine en una tragedia y reclama una intervención urgente para frenar los ataques y garantizar su seguridad.