Temporal en Mendoza: un muerto, vuelos suspendidos y graves daños por el viento
- Telediario Digital
- 27 sept
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El temporal de este sábado azotó a la provincia de Mendoza dejando un saldo trágico y una
postal que se repite con frecuencia en el interior del país: árboles caídos, cortes de luz, infraestructura colapsada, vuelos cancelados y una muerte que vuelve a poner en evidencia la fragilidad estructural frente a fenómenos cada vez más frecuentes e intensos.
En el departamento de Maipú, un árbol caído por las fuertes ráfagas impactó de lleno sobre un automóvil en circulación, provocando la muerte del conductor. La imagen del Fiat Uno aplastado es el símbolo de una emergencia que no solo se mide en daños materiales, sino en vidas afectadas en silencio, lejos de las cámaras.
Una emergencia provincial con consecuencias nacionales
El Aeropuerto Internacional El Plumerillo suspendió operaciones y canceló vuelos hacia Buenos Aires y Santiago de Chile, lo que demuestra que los impactos de la tormenta no se limitaron a la provincia: también afectaron el tráfico aéreo nacional e internacional. Sin embargo, la cobertura mediática nacional fue escasa y fragmentada, concentrando una vez más la atención en el AMBA, como si los desastres naturales en provincias fueran hechos aislados y de menor escala.
El clima habla, ¿el Estado escucha?
En un contexto nacional donde el ajuste fiscal impacta con fuerza en provincias que ya arrastraban déficits estructurales, los eventos climáticos como el de Mendoza exponen la falta de planificación e inversión en infraestructura resiliente. El cambio climático no golpea igual a todo el país: el interior suele estar menos preparado, con menos recursos, y con una menor capacidad de respuesta ante emergencias.
Una tragedia en silencio
El fallecimiento de una persona en Maipú no generó declaraciones nacionales ni luto oficial. No hubo minutos de silencio ni discursos de funcionarios en cadena nacional.
Una vez más, lo que ocurre en el interior profundo queda encapsulado en la sección de “regionales”, como si no fuera parte del mismo país.
Pero el clima no entiende de jurisdicciones. Los vuelos cancelados en Mendoza afectan al corredor bioceánico. Las rutas cortadas por nieve impactan en el comercio con Chile. El turismo se frena. Las familias quedan sin luz. Y la vida cotidiana se detiene.
