Susques, el pueblito de Jujuy que conquistó al cine argentino y llega a Netflix

A 3.600 metros de altura, este rincón de la Puna jujeña no solo guarda una de las iglesias más antiguas del país: también se transformó en escenario de películas y de una serie protagonizada por Leonardo Sbaraglia.

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En pleno corazón de la Puna jujeña, a 3.675 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Susques, conocido como el “Pórtico de los Andes”. Este pequeño pueblo del departamento homónimo –con unos 2.000 habitantes y 4.000 en toda la jurisdicción– vive de la minería, el comercio local y las tradiciones que sus familias sostienen desde hace generaciones.

Hoy, su paisaje único, su historia y su gente lo han convertido en escenario de dos películas argentinas y, más recientemente, de la serie “Maldiciones”, protagonizada por Leonardo Sbaraglia y disponible en Netflix.

En diálogo con Telediario, Elisea “Eli” Nilda Vázquez y su hermana Fidela, vecinas de Susques, compartieron la emoción de ver su lugar en la pantalla grande y el desafío de abrirse al turismo sin perder la identidad.

Un pueblo con historia y patrimonio

Eli recuerda con orgullo la Iglesia de Nuestra Señora de Belén, construida en el siglo XVII y declarada Monumento Histórico Nacional en 1943. “Es lo más importante para nosotros. Nuestra Virgen tiene más de 500 años y cada 23 de enero celebramos las fiestas patronales, a las que están todos invitados”, contó.

El pueblo conserva también un cementerio del siglo XVI y varios sitios históricos que atraen a turistas interesados en la cultura andina.

Susques fue escenario de la película “Magalí” (2019), del film “Ánimo” y ahora de “Maldiciones”. Fidela participó como extra en una escena de “Magalí” y resumió lo que significa para ellos que el cine se fije en su tierra:

“Me llamó mucho la atención que gente de afuera pueda contar nuestra historia como nosotros como nosotros la la tenemos, la creemos y es nuestra nuestras costumbres, es lo que nosotros también creemos en viste, que en la pachamama, en los espíritus de los de las personas que se encaraman en animales, eh, y eso es real.”

Eli, por su parte, agregó: “Nunca pensamos que íbamos a estar en la tele o en una película”.

Las dos aseguran que, pese a haber vivido en ciudades grandes, no cambiarían Susques: “Uno cuando sale se da cuenta de que vive en un paraíso. Es tranquilo, seguro, todos nos conocemos. Los chicos juegan en la calle sin miedo”, resumió Eli.

Con la vista puesta en el turismo, Susques espera enero para sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Belén. “Los días importantes son 21, 22 y 23 de enero. Están invitados a venir al pueblo y también al campo a comer asado de llama”, cerraron las hermanas entre risas.