Scott Bessent estima un salvataje de u$s 40.000 millones para Argentina y vuelve a comprar pesos

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, aseguró que el paquete total de asistencia financiera para la Argentina podría alcanzar los 40.000 millones de dólares. El anuncio se dio en el marco de un nuevo respaldo de Washington a la gestión económica argentina y estuvo acompañado por la confirmación de que el Tesoro norteamericano volvió a comprar pesos en el mercado local.

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Bessent explicó que el auxilio contempla dos grandes componentes: un swap de monedas por 20.000 millones de dólares ya acordado entre el Tesoro estadounidense y el Banco Central, y una línea adicional por el mismo monto que se está negociando con inversores privados, bancos y fondos soberanos.

“La combinación de ambas iniciativas totalizaría los 40.000 millones para la Argentina”, afirmó el funcionario, al tiempo que ratificó la participación de su gobierno en la operatoria cambiaria doméstica. “El Tesoro de EE.UU. compró pesos argentinos en el mercado esta mañana”, precisó.

La reacción de los mercados fue inmediata. Los activos argentinos en Wall Street registraron alzas de hasta el 8%, mientras que el dólar oficial cerró a la baja, en torno a los $1.357. En la Bolsa porteña, el índice líder mostró una suba cercana al 4%, en un clima de renovado optimismo aunque con cautela frente a la volatilidad política y económica que atraviesa el país.

El respaldo financiero se produce en medio de la campaña electoral y no estuvo exento de referencias políticas. Bessent sostuvo que una eventual victoria de La Libertad Avanza fortalecería al Ejecutivo argentino en su capacidad de vetar “medidas equivocadas” y de sostener una política económica “adecuada” con acompañamiento internacional.

Consultado sobre la posibilidad de que el Tesoro estadounidense compre deuda argentina en forma directa, respondió con un escueto “podríamos”, sin mayores precisiones.

De acuerdo con lo adelantado, la línea de swap estaría respaldada por Derechos Especiales de Giro (DEG) convertidos a dólares e integrados al fondo de estabilización cambiaria de Estados Unidos. Se trata de un esquema que, de concretarse, dotaría al gobierno argentino de un refuerzo inédito en reservas internacionales y liquidez para enfrentar las tensiones cambiarias.

Más allá de las cifras globales, la magnitud del auxilio genera expectativas en las provincias y en los sectores productivos regionales. Una mayor estabilidad cambiaria podría reducir la presión sobre los costos de insumos importados, mientras que un canal de financiamiento con privados abriría la puerta a obras de infraestructura y a la recuperación de cadenas productivas en el interior del país.

Sin embargo, también surgen interrogantes sobre la distribución de esos recursos, los condicionamientos que podría imponer Washington y el uso que se les dará en un contexto de alta inflación y fragilidad fiscal.

El anuncio de Bessent, que coloca a la Argentina en el centro de la agenda financiera internacional, será seguido de cerca en las próximas semanas. Mientras tanto, los mercados locales y regionales se mantienen expectantes frente a un salvataje que, según sus impulsores, podría convertirse en la llave para estabilizar la economía y proyectar un horizonte de recuperación más allá de los grandes centros urbanos.