"Salud Mental cumple el rol de cárcel": el reclamo de los trabajadores del Hospital

El área de Salud Mental del Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto atraviesa una situación compleja y cargada de tensiones. Así lo expresaron trabajadores del servicio, quienes advierten que la falta de recursos y el rol que hoy cumple el hospital los expone a riesgos crecientes en el ejercicio de su tarea cotidiana.

Un empleado del sector —que pidió reserva de identidad— relató que en el nuevo hospital son derivados pacientes con antecedentes delictivos y cuadros de alta agresividad, lo que genera escenarios de violencia hacia psicólogos, enfermeros y personal de limpieza.

“Salud mental debe cumplir el papel de cárcel. A los pacientes se los contiene en la cama, y al soltarlos se escapan y vuelve el mismo circuito: la policía los arresta, el fiscal los manda al hospital”, describió.

Actualmente, según el testimonio, hay al menos dos pacientes con “frondosos antecedentes”, lo que incrementa la preocupación entre los equipos de salud. “Estamos en peligro. Queremos hacer visible la tarea que estamos realizando”, subrayó el trabajador, al remarcar la exposición y el desgaste que afrontan quienes se desempeñan en el área.

Desde hace tiempo, distintos gremios y asociaciones profesionales vienen planteando la necesidad de fortalecer los recursos en salud mental, un sector históricamente postergado dentro del sistema público. El caso del Hospital San Antonio de Padua refleja no solo la creciente demanda, sino también el límite difuso entre las funciones sanitarias y las responsabilidades judiciales y de seguridad.

El mensaje completo

"Les quiero contar lo que estamos viviendo en el servicio de Salud Mental del Nuevo Hospital, donde son llevados todos los delicuentes/pacientes, los cuales ingresan con muchísima agresividad amenazando al personal de limpieza, a los psicólogos y al persona de enfermería, que se lleva le peor parte por ser quién interactúa más con los pacientes. Salud Mental debe cumplir el papel de cárcel, a los pacientes se los contiene en la cama y al soltarlos se escapan y vuelve el mismo circuito: la policía los arresta y el fiscal lo manda al hospital. Hoy en día tenemos dos pacientes con frondosos antecedentes, con el peligro que eso conlleva para nosotros, trabajadores de la salud. Queremos hacer visible nuestra peligrosa tarea"