Río Cuarto celebró su aniversario entre bombos y tradición popular

Los bombos volvieron a marcar el pulso de la ciudad y los pañuelos del pericón llenaron la Plaza San Martín de historia y emoción. Río Cuarto celebró su aniversario abrazando la fuerza de sus tradiciones y el sonido que une a su ciudad.

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La ciudad volvió a vibrar con la Marcha de los Bombos, encabezada por el músico y luthier santiagueño José “Indio” Froilán González y por Teresa Castronuovo, referente del folklore y la tradición, quienes dieron origen a esta propuesta que reivindica las raíces del pueblo argentino.

Desde Banda Norte, los bombos recorrieron las calles hasta el centro, en un recorrido que ya se volvió parte de la identidad local. La iniciativa, impulsada por el Instituto de Artes Folclóricas Vitillo Ábalos, volvió a reunir a familias, músicos, academias y vecinos que acompañaron el paso de los bombos con alegría y orgullo.

“La marcha del bombo significa eso: la marcha del pueblo. No es un espectáculo, sino un proyecto colectivo donde todos son parte”, expresó Teresa Castronuovo

“El latido de nuestro corazón es un bombo. Agradecemos a Río Cuarto por el recibimiento y por mantener viva esta celebración que nos une”, agregó el Indio Froilán, emocionado.

Para el luthier santiagueño, el bombo es más que un instrumento:

“El bombo es todo. Es familia, es historia, es designio de Dios. El primer tronco con el que fabriqué uno lo trajo el río. Desde entonces, su sonido acompaña mi vida”.

Por la tarde, la Plaza San Martín se transformó en escenario del tradicional Pericón Nacional, una danza que se realiza desde hace 21 años en la ciudad y que en esta edición reunió a más de 500 parejas de distintos puntos de la región.

“Hace diez años que participo y cada vez es más emocionante. El pericón es nuestra danza por naturaleza, representa nuestras raíces y el amor por la patria”, contó una de las participantes, mientras otras destacaban la alegría de compartir el baile “con gente que llega desde distintos lugares para mantener viva esta tradición”.

Con pañuelos al viento, risas y emoción, el pericón y la marcha se convirtieron en el corazón de los festejos por los 239 años de Río Cuarto, recordando que las celebraciones más auténticas nacen del pueblo y su identidad.