“Fueron 10 minutos de caos”: así quedó Etruria tras el viento que arrasó el pueblo
- Telediario Digital
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Etruria sufrió un violento temporal que dejó viviendas dañadas, árboles caídos, postes arrancados y una pérdida masiva en infraestructura pública y privada. El intendente Maximiliano Andrés detalló cómo se vivieron los 10 minutos más críticos y qué impacto tendrá para la región.

Un temporal feroz golpeó a Etruria este fin de semana, dejando una estela de destrucción que el propio intendente Maximiliano Andrés describió como “caos e incertidumbre total”.
En apenas 10 a 15 minutos, ráfagas que la estación meteorológica midió en 170 km/h —y que incluso podrían haber sido más altas— volaron techos, arrancaron árboles y provocaron daños en viviendas, empresas y servicios esenciales de la localidad.
El fenómeno ingresó desde el sur y atravesó el área urbana casi sin aviso. “Parecía una tormenta normal, hasta que se creó una atmósfera extraña: un ruido raro, fuerte, que paralizó a todos”, relató Andrés. El viento derribó postes, afectó el alumbrado público y dejó sin energía a gran parte de la localidad. Incluso una cañería de gas sufrió la rotura de válvulas, generando una fuga que obligó a activar un operativo de emergencia con Defensa Civil, Bomberos y personal de la cooperativa eléctrica.
Aunque unas diez viviendas resultaron afectadas, el intendente subrayó que el balance podría haber sido mucho peor.
“Fue milagroso que no tuviéramos que lamentar víctimas”, afirmó. Dos o tres casas sufrieron voladura total de techos y desprendimientos de chapas que se incrustaron en paredes y patios, quedando a metros de convertirse en proyectiles mortales.
En zonas descampadas, estructuras industriales y deportivas quedaron destruidas, con tapiales caídos y naves metálicas retorcidas por la fuerza del viento.
El impacto también alcanzó a empresas de la zona, incluyendo plantas cerealeras y establecimientos productivos en ambos extremos del pueblo. Para una región que depende de estas actividades, la destrucción de infraestructura no solo implica pérdidas económicas directas, sino también un golpe al entramado laboral y logístico local. Este tipo de fenómenos, cada vez más frecuentes en el interior, vuelve a exponer la vulnerabilidad de las economías regionales frente a eventos climáticos extremos.
Funcionarios provinciales arribaron a Etruria al día siguiente para coordinar tareas junto al municipio. La prioridad: restablecer servicios, relevar daños y asistir a familias que debieron dejar sus viviendas y alojarse con parientes por razones de seguridad.
“Estamos apurados porque el pronóstico anuncia lluvia para el jueves”, alertó el intendente.
Mientras avanza el relevamiento, Etruria intenta recuperar algo de normalidad. Pero la pregunta de fondo persiste: ¿Cómo se preparan los pueblos del interior para fenómenos que, en pocos minutos, ponen en jaque su infraestructura y su capacidad de respuesta? El temporal dejó una lección clara: el impacto no es solo local, sino profundamente regional.

