“Quise transformar el dolor en algo que una”: el camino de Majo, la mamá que hizo del amor y el chocolate una forma de sanar
- Telediario Digital

- 31 oct
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A veces, las historias más luminosas nacen de los lugares más oscuros. María José “Majo” Nieto perdió a su hijo Vitorio cuando tenía apenas dos años y medio. En medio del dolor, decidió transformar ese amor inmenso en un proyecto que une, incluye y da esperanza: un emprendimiento de chocolates aptos para todos.
“Vito nació con una intolerancia alimentaria extrema a cuatro aminoácidos. Aprendí con él sobre nutrición, salud y sobre la vida misma. Era mi primer hijo, y cuando falleció me quedó todo ese aprendizaje… y un vacío enorme. Entonces me pregunté: ¿qué hago con tanto dolor y con todo lo que aprendí?”, recuerda Majo con serenidad.
La respuesta llegó con el tiempo, en forma de cacao y propósito.
“Decidí transformarlo en algo que una, y se ve que fue el chocolate. Podría haber sido cualquier otro alimento, pero el chocolate tiene algo especial: representa alegría, compartir, abrazar con algo dulce.”

De ese impulso nació Healthy Majo, una marca de chocolates reales —con alto porcentaje de cacao y materias primas naturales— pensados para quienes viven con intolerancias, diabetes o restricciones alimentarias.
“Quise crear un producto que nos reúna a todos alrededor de la mesa, que nadie se quede afuera por lo que puede o no puede comer”, explica.
Sus productos son sin lactosa, sin azúcar refinada y con opciones aptas para planes alimentarios especiales. Pero el corazón del proyecto va mucho más allá de la receta:
“En cada niño que puede comer su torta bañada en chocolate, siento que vuelvo a abrazar a Vito.”
Majo aprendió también a mirar con otros ojos las etiquetas y a distinguir entre golosinas y alimentos reales.
“El chocolate, cuando tiene más del 70 u 80% de cacao, es un alimento que nutre, tiene magnesio y antioxidantes. Se puede comer todos los días, un pedacito. Lo importante es saber qué estamos consumiendo”, explica.

Aunque no proviene del mundo de la nutrición, trabaja junto a profesionales que avalan sus productos. “Nos acompañan nutricionistas, endocrinólogos y neurólogos. Ellos recomiendan el consumo de chocolate amargo dentro de una alimentación equilibrada. Todo lo hacemos con respaldo y cuidado.”
Fueron años de aprendizaje, elaboración y crecimiento. “No fue fácil emprender en Argentina, pero la devolución de la gente lo vale todo”, dice con una sonrisa. Los mensajes que recibe son su mayor impulso: “Gracias a tu chocolate, mi hijo pudo hacer su torta por primera vez”.
“Cada mamá que me escribe, cada niño que prueba mis chocolates, son un pedacito de Vito. Todo tiene sentido ahí”, confiesa emocionada.




