Pese al faltazo presidencial, el acto de recibimiento de los F-16 sigue en pie en Las Higueras

Aunque Javier Milei viajará a Estados Unidos para asistir al sorteo del Mundial 2026, el acto previsto en el Área Material Río Cuarto seguirá adelante. El Ministerio de Defensa será quien encabece la recepción de los F-16 provenientes de Dinamarca, mientras la municipalidad ajusta el operativo para el aterrizaje.

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La confirmación del viaje de Javier Milei a Estados Unidos el 5 de diciembre —día del sorteo del Mundial 2026— generó ruido político y dudas sobre el acto previsto en el Área Material Río Cuarto para recibir el nuevo sistema de armas de la Fuerza Aérea Argentina.

Sin embargo, fuentes vinculadas a la organización afirmaron que todo sigue en pie y que la actividad se realizará tal como estaba programada.

El punto de mayor especulación era si el Gobierno Nacional postergaría la ceremonia para garantizar la presencia del Presidente. La llegada de los F-16 provenientes de Dinamarca es un hito para la Fuerza Aérea y un movimiento simbólico dentro de la política de Defensa. Pese al revuelo inicial, desde primera hora de este martes comentaron de forma extraoficial que será el ministro de Defensa quien encabezará el acto, tal como estaba previsto en la agenda operativa.

Mientras tanto, la municipalidad de Las Higueras continúa con el armado del espacio destinado al público que asistirá a ver el aterrizaje de los aviones. Allí se espera una fuerte movilización regional, tanto por el impacto simbólico del arribo de las aeronaves como por el rol estratégico del Área Material Río Cuarto dentro del sistema de defensa nacional.

La situación expone otra arista del centralismo porteño: aunque el acto se realiza en el sur cordobés, un territorio con tradición aeronáutica y valor estratégico, la discusión pública giró casi exclusivamente alrededor de si Milei asistiría o no. Esa dinámica vuelve a dejar en evidencia cómo los eventos vinculados a defensa, desarrollo productivo o inversiones en infraestructura suelen quedar subordinados a la agenda personal del Ejecutivo.

A la expectativa por el arribo de los F-16 se suma la tensión política que genera que el Presidente priorice otro viaje internacional. En este caso, un compromiso deportivo y diplomático desplaza a un acto institucional de alto valor federal. De todos modos, con el cronograma ratificado, se espera que el desembarco de las aeronaves genere un fuerte impacto simbólico para la Fuerza Aérea y reavive el debate sobre la política de defensa y la presencia del Estado en las provincias.