Nafta: el “sube y baja” que desconcierta y obliga a buscar precio de madrugada

Mientras algunos celebran la baja como “una buena novedad”, otros advierten que el precio cambia todo el tiempo y que, cuando baja, “a la semana vuelve a aumentar más”. También aparece un reclamo federal: diferencias “abismales” entre ciudades y provincias, incluso con la misma marca.

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Los “microaumentos” y las variaciones del precio de la nafta vuelven a estar en el centro del debate cotidiano. En la calle, la sensación se repite: los cambios son frecuentes y cuesta entender la lógica, más allá de si alguna jornada aparece como alivio.

Entre las voces consultadas, un jubilado con la mínima valoró la baja como una noticia positiva:

“Siempre lo que sea para bien del pueblo… es una buena novedad”, dijo, aunque también dejó una duda que se escucha seguido: “el fin de semana nos lo vuelven a subir, estamos la misma”.

Otros testimonios apuntaron a la falta de previsibilidad.

“Estamos viendo seguido esas bajas… pero a la semana vuelve a aumentar más de lo que se bajó”, planteó un vecino, que resumió el clima general con una frase simple: “es algo que no se entiende mucho”.

En paralelo, apareció un reclamo con fuerte lectura federal: la diferencia de precios según regiones y ciudades. Un entrevistado pidió “un 2% general para todo el país” y aseguró que, cuando viaja, nota una brecha “abismal” respecto del valor local. Otro aportó un ejemplo concreto: “estuve en Santiago del Estero y el precio de la nafta allá es más barato que acá… la misma firma”.

Ese desorden percibido se traduce en conductas que muestran el impacto real en la economía diaria:

“tenemos que estar cargando a la madrugada, donde es un poco más barato… buscando precio ya de la nafta es increíble”

El cierre que más se repite no es ideológico: es práctico. Piden un “tope”, una “base”, algo que se estabilice.