Malvinas en debate: cuestionan a Milei por relativizar la posición histórica argentina
- Telediario Digital
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El analista político y docente en Relaciones Internacionales Pablo Wehbe advirtió sobre los riesgos de una reciente declaración del presidente Javier Milei al Daily Telegraph, donde habló de alcanzar un “consenso” con los habitantes de las islas para resolver la disputa por Malvinas.
Las Islas Malvinas volvieron al centro de la polémica política y diplomática tras una entrevista del presidente Javier Milei a un diario británico, en la que afirmó que la soberanía argentina es un “objetivo irrenunciable”, pero que debería alcanzarse por la vía diplomática y con el “consenso de los malvinenses”. La frase generó fuertes cuestionamientos en el ámbito académico y político.

En diálogo con este medio, Pablo Wehbe fue contundente al calificar la declaración como un error grave de política exterior. Según explicó, limitar el reclamo a Malvinas sin mencionar las Georgias y Sandwich del Sur implica reducir la proyección argentina en el Atlántico Sur y en la Antártida, un aspecto central del reclamo histórico sostenido por el país.
El punto más crítico, remarcó Wehbe, es la referencia al “consenso” con los isleños. “La ONU no reconoce a los malvinenses como un pueblo con derecho a la autodeterminación. Son población implantada por el Reino Unido y, por lo tanto, no corresponde hablar de su consentimiento para definir la soberanía”, señaló, en línea con las resoluciones 1514 y 1541 de Naciones Unidas.
Desde una mirada federal, el analista advirtió que cualquier debilitamiento del reclamo argentino impacta mucho más allá de Buenos Aires. Las provincias patagónicas, los puertos del sur y las economías regionales vinculadas a la pesca, la energía y la logística antártica dependen directamente de una posición firme sobre el Atlántico Sur y sus recursos estratégicos.

El debate cobra especial relevancia de cara a futuras instancias internacionales, como el Comité de Descolonización de la ONU, donde Argentina renueva año a año su reclamo.
Para Wehbe, declaraciones ambiguas pueden “pagarse caro” en esos foros y abrir la puerta a interpretaciones que favorezcan al Reino Unido.
La controversia reaviva una discusión de fondo: si la actual política exterior sostiene sin fisuras la postura histórica argentina o si introduce matices que, lejos de acercar una solución, debilitan una de las pocas causas que logró consenso transversal en todo el país.

