¿Por qué sigue sonando lo que está prohibido? el reclamo del grupo TEA por falta de controles en pirotecnia
- Telediario Digital
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Desde el colectivo TEA Río Cuarto, advierten que la pirotecnia sonora provoca crisis, desregulación y angustia en personas con trastorno del espectro autista, además de afectar a adultos mayores y animales. Señalan que las normas existen, pero fallan los controles.
El uso de pirotecnia sonora volvió a generar polémica durante las fiestas y reactivó un reclamo que se repite año tras año. Desde TEA Río Cuarto sostienen que el estruendo no es una molestia pasajera: para muchas personas con TEA implica crisis que pueden durar días y un fuerte impacto en todo el entorno familiar.
En diálogo con este medio, Soledad Balmaceda, integrante del colectivo, explicó que el ruido intenso produce desorientación y miedo.
“No entienden qué está pasando. Lo viven como una amenaza, como si hubiera una guerra o un descontrol en la calle”, relató, al comparar la reacción con la de un animal que huye por pánico.
Balmaceda remarcó que existen ordenanzas que prohíben la pirotecnia sonora, pero advirtió que “una norma sola no alcanza si no hay controles”.
Apuntó a la responsabilidad del Estado municipal y provincial, y también a la corresponsabilidad social:
“Si se consigue, es porque alguien vende y alguien compra. Ahí es donde falla el control”.
El impacto va más allá del autismo. El colectivo advierte que la contaminación sonora afecta a adultos mayores, personas con hipersensibilidad auditiva y animales, y que muchas familias no logran recuperarse entre Navidad y Año Nuevo.
“No es un ratito: una crisis puede durar dos o tres días”, subrayó.
El reclamo vuelve a poner en agenda la necesidad de políticas públicas efectivas, campañas de concientización y mecanismos reales de fiscalización. Mientras tanto, desde TEA insisten en un pedido básico: empatía. “No se trata de quitarle la felicidad a nadie, sino de elegir festejos que no dañen al otro”, concluyó Balmaceda.