Bomberos de Buena Esperanza venden sus autobombas para salvar su cuartel
- Telediario Digital

- 20 ago
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Actualizado: 21 ago
En una dramática carta abierta a la comunidad, los Bomberos Voluntarios de Buena Esperanza revelaron la difícil decisión de poner en venta tres de sus históricas autobombas. El motivo: saldar una deuda pendiente de más de 15 millones de pesos con el Gobierno nacional, requisito indispensable para retomar los subsidios esenciales que sostienen su funcionamiento.

Las unidades que ahora deben dejar ir fueron testigos silenciosos de incontables emergencias: incendios, rescates y tragedias evitadas. Ahora, forman parte de un sacrificio necesario para garantizar la continuidad del servicio ante la burocracia y la falta de apoyos anteriores. Con lo recaudado planean adquirir una nueva autobomba más moderna y acondicionar una camioneta Toyota Hilux que refuerce sus recursos operativos.
“No es solo una cuestión de devolver dinero: es asegurar que mis vecinos sigan contando con nosotros cuando más lo necesiten” — expresó Noelia Domínguez, presidenta del cuartel, reflejando el compromiso humano que sostiene esta decisión.

Presente entre llamas, ausente de recursos
A pesar de la crisis, los bomberos voluntarios mantienen intacta su vocación: continúan atendiendo cada emergencia con lo poco que tienen, sin escatimar esfuerzo. Cuentan además con el apoyo técnico del Ministerio de Seguridad y de otros cuarteles que colaboran en regularizar la documentación y dar continuidad a su labor en la comunidad.
Una realidad compartida, un grito colectivo
La situación de Buena Esperanza desnuda la frágil situación de muchos cuarteles voluntarios del país: instituciones que dependen casi exclusivamente de subsidios estatales y del gesto solidario de sus vecinos. Sueñan con una infraestructura adecuada, pero muchas veces deben elegir entre sobrevivir hoy o construir para el mañana.
En la carta abierta, los bomberos sostienen que cada peso recaudado será destinado únicamente a cumplir con las exigencias legales y asegurar el futuro de la institución.





