¿Lo peor ya pasó? Lo que la calle opina sobre el discurso del Presidente

Reacciones en la calle al discurso del presidente Milei y la situación económica

El presidente Javier Milei afirmó en su último discurso que “lo peor ya pasó” en materia económica, en un mensaje grabado que buscó transmitir tranquilidad a la población. Sin embargo, en las calles, las impresiones son diversas: entre la esperanza de una recuperación y la desconfianza ante un panorama todavía difícil, los testimonios reflejan la tensión que atraviesan los argentinos en su vida cotidiana.

“Todavía no me parece que lo peor haya pasado, vamos a tener que atravesar momentos más difíciles”, expresó una vecina consultada, que admitió que mantiene algo de fe en que el país pueda salir adelante.

Otro entrevistado, en cambio, aseguró: “Yo lo apoyo al presidente, veremos qué pasa con estas medidas. Confío en que vamos por buen camino”.

Las miradas se dividen. Mientras algunos valoran el tono calmo del mandatario y consideran que los anuncios —como los incrementos a jubilaciones y asistencia a sectores sensibles— son importantes, otros creen que los compromisos no alcanzan.

“El año fue muy difícil y el que viene puede ser peor. A los jubilados no les alcanza para nada”, se lamentó un joven que acompaña a su madre jubilada.

El malestar se refuerza en quienes sienten que la crisis se profundizó: “Hace dos años vengo escuchando lo mismo y cada vez veo más gente pobre. No comparto que lo peor ya haya pasado”, opinó otro vecino, que señaló que los salarios no alcanzan y que la situación “se vive día a día”.

En este contexto, los jubilados aparecen como el punto más sensible de la discusión. Varias de las voces recogidas pusieron el foco en la dificultad que enfrentan los adultos mayores para cubrir sus gastos básicos.

“Somos cinco hermanos y tenemos que ayudar a mi mamá porque con la mínima no llega”, explicó un entrevistado.

Las respuestas muestran un país dividido: quienes todavía sostienen la esperanza de que las medidas anunciadas puedan revertir la situación, y quienes perciben que la realidad contradice las palabras oficiales. Entre la expectativa de cambio y la desconfianza, el mensaje presidencial sigue generando debate en las calles.

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