Investigadores de la UNRC advierten la falta de mantenimiento del lago Villa Dalcar
- Telediario Digital

- 7 oct
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El Lago Villa Dalcar, uno de los principales pulmones verdes y espacios recreativos de Río Cuarto, atraviesa un preocupante deterioro ambiental. Investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto alertaron por la falta de mantenimiento en el espejo de agua, un lago artificial cuya conservación requiere de intervenciones periódicas.
Un ecosistema frágil
El lago, al ser poco profundo y carecer de entrada y salida natural de agua, depende del bombeo artificial y de un plan constante de limpieza y control de vegetación.
“Es un lago artificial, razón por la cual necesita mucho mantenimiento. Al ser bajo, la vegetación acuática crece rápidamente desde las orillas hacia el centro”, explicaron los especialistas.
Gran parte de esa vegetación se encuentra sumergida. Cuando muere, se deposita en el fondo, elevando el nivel del lecho y generando un ciclo de retroalimentación que acelera la invasión de especies.
“Si no se retiran periódicamente, esas plantas se descomponen, levantan la base del lago y lo terminan contaminando. El manejo debería ser mensual o cada dos meses, sobre todo en épocas de crecimiento intenso”, advirtieron.

Riesgo de convertirse en un pantano
Los investigadores remarcan que, sin un plan de intervención sostenido, el Lago Villa Dalcar podría perder su condición natural en el mediano plazo. “Si uno lo dejara sin mantenimiento durante diez o doce años, se transformaría en un pantanal. Dejaría de ser un lago para convertirse en un espacio colmatado de especies acuáticas invasoras”, advirtieron.
La situación se agrava en primavera y verano, cuando las temperaturas más altas generan una “explosión” de crecimiento vegetal. Por eso, señalan que la acción inmediata es clave para evitar que el material en exceso se deposite en el fondo y reduzca aún más la profundidad.

A los problemas estructurales se suma el descuido humano. Restos de basura y residuos dejados por los visitantes colaboran con la contaminación del agua y del paisaje.
“La gente critica mucho el crecimiento de las plantas, pero tampoco colabora con el cuidado del lugar. El mantenimiento requiere no solo gestión estatal, sino también conciencia ciudadana”, remarcaron los investigadores.
Un desafío de gestión ambiental
El caso del Lago Villa Dalcar no es aislado. Ocurre en la mayoría de los lagos urbanos, como el del Parque Sarmiento en Córdoba capital y otros del país, que están catalogados como de difícil manejo.
“La implementación de medidas muchas veces no cubre las expectativas de los visitantes. Pero lo que está en juego es la conservación del ecosistema”, concluyeron desde la Universidad.




