Fentanilo contaminado: el informe que desnuda un sistema sin control en Argentina
- Telediario Digital
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Un informe del Congreso expuso fallas estructurales, demoras oficiales y responsabilidades políticas en la cadena que permitió que ampollas de fentanilo contaminado circularan por el país. Familiares de víctimas denuncian abandono, revictimización y un Estado que llegó tarde. “Hubo una cadena de negligencias”, dijo Alejandro Ayala, hermano de una de las personas fallecidas.
La crisis por el fentanilo contaminado, que dejó al menos 173 muertes en distintas provincias, volvió a quedar expuesta tras la publicación del informe final de la Comisión Especial de Diputados. El documento, lejos de cerrar el tema, encendió nuevas alarmas: fallas en la fiscalización sanitaria, demoras en la respuesta oficial y un sistema que no protegió a quienes dependían de él para sobrevivir.
Alejandro Ayala, hermano de una de las víctimas, habló con Telediario y describió con crudeza lo que el informe confirmó: “Hubo una cadena de fallas y una cadena de negligencias estructurales”.
Según explicó, la comisión trabajó durante tres meses, aunque con fuertes limitaciones políticas y técnicas. “Las familias seguimos sin acompañamiento médico, psicológico ni psiquiátrico. Todo quedó en promesas”, advirtió.
El testimonio revela además un costado que suele quedar fuera de agenda: quienes sobrevivieron al fentanilo adulterado arrastran secuelas graves, discapacidades y un impacto emocional para el que —asegura— no hubo asistencia del Estado.
“Vivimos un proceso de revictimización constante. Si no fuera por los medios, esto no llegaba a ninguna parte”, señaló.
El informe legislativo también apuntó al corazón del sistema sanitario nacional: el Ministerio de Salud, la ANMAT y los organismos de fiscalización que no detectaron ni retiraron a tiempo las ampollas contaminadas. En varias provincias fueron los jueces quienes debieron ordenar el secuestro del material, una tarea que —según Ayala— debió encabezar Salud. “La Justicia tuvo que hacer el trabajo que no hizo el Ministerio”, sostuvo.
El impacto federal es profundo. La tragedia no se concentró en Buenos Aires: hospitales de Rosario, La Plata, Córdoba y otras ciudades quedaron marcados por muertes súbitas, deterioros inexplicables y un shock sanitario que expone desigualdades. Mientras algunos centros urbanos contaban con capacidad para reaccionar, en otras provincias el descontrol dejó un vacío aún mayor.
El escenario hacia adelante dependerá de cómo actúe la Justicia —el juez Creplak ya avanzó sobre laboratorios y responsables privados—, pero la pata pública sigue sin definiciones. Las familias reclaman que se investigue a funcionarios que omitieron controles o actuaron tarde. La pregunta que queda flotando es quién se hará cargo de la mayor tragedia sanitaria reciente en la Argentina.