Faenaron a Berni, el ternero-mascota de una escuela y hay un detenido por encubrimiento

El animal formaba parte de un proyecto educativo sobre ambiente y sustentabilidad en la Escuela Bernardino Rivadavia. Fue robado, carneado y sus restos aparecieron a metros de la escuela. Hay un detenido, pero la directora reclama justicia y un cambio profundo en el cuidado animal.

La ciudad de Hernando atraviesa horas de conmoción tras el violento robo y faena de Berni, el ternero-mascota de la Escuela Bernardino Rivadavia, eje de un proyecto educativo que vinculaba a los chicos con el ambiente, la responsabilidad y el cuidado de la vida. La escuela lo criaba desde marzo como parte del programa “Bio Escuela”, y su presencia se había convertido en una herramienta clave para mejorar aprendizajes y fortalecer vínculos.

El viernes por la mañana, docentes y estudiantes notaron su ausencia. Las cercas del predio estaban cortadas con pinza y el tejido abollado: no se había extraviado, se lo habían llevado. La directora, Mariela Pitta, fue una de las primeras en salir a buscarlo por la localidad. Horas después, encontró lo que jamás imaginó:

“Aparecieron los restos de Berni a dos cuadras de la comisaría, en un bolso. Fue macabro”, relató. “Esto no fue hambre. Fue un daño. Una carnicería”.

El impacto emocional en los chicos fue inmediato. Berni era parte de sus rutinas, de aprendizajes y de terapias para estudiantes con discapacidades. “Hasta mamás nos llamaron diciendo que sus hijos no podían dormir por miedo. Si le hicieron esto a él, ¿por qué no a ellos?”, contó la directora, quien sostiene que el hecho vulneró uno de los espacios que debería ser más seguros para cualquier niño: la escuela.

La investigación judicial dejó un detenido por encubrimiento, pero la comunidad considera que la carátula es insuficiente. “Esto fue un asesinato —asegura Pitta—. A Berni lo torturaron a metros de la zona céntrica, de la escuela, del municipio. No puede quedar impune”. Vecinos y productores ya se ofrecieron a donar otro animal para continuar el proyecto el año próximo, como gesto de acompañamiento ante el dolor.

La historia de Berni abrió un debate más amplio: el de la seguridad en instituciones educativas, el respeto por la vida animal y el compromiso comunitario ante hechos que golpean a la infancia. La escuela busca ahora recomponer el vínculo emocional de los chicos y espera que la causa avance para que el caso se convierta “en un precedente que marque que estos actos no pueden repetirse”.