Euforia con cautela: qué miran los mercados tras las elecciones

La jornada posterior a las elecciones dejó un titular claro: euforia. Acciones en alza, bonos recuperando terreno y un dólar más tranquilo. Para Juan Cruz Campero Cuello y Manuel Augusto Caballero, de @hablemosdemercado, esa sensación se explica por un giro político: “El gobierno recupera la iniciativa en el Congreso; pasa de defender a proponer reformas”, sostuvo Cuello.

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Esa mejora de expectativas se vio también en los “termómetros” que siguen los inversores. “En Argentina el dólar es el termómetro del ánimo: cuando hay miedo sube; cuando se relaja, da la pauta de que lo peor ya pasó”, explicó Caballero. Y sumó otra tríada para vigilar “cerca, no todos los días, pero sí seguido”: dólar, riesgo país y tasa de interés.

La volatilidad reciente fue extrema. “Vimos un riesgo país que viajó de 700 a 1500 puntos, volvió a 900 y con un tuit se disparaba de nuevo”, describieron.

¿La razón? La incertidumbre electoral y la percepción de que podría cerrarse el financiamiento externo, poniendo bajo presión los vencimientos próximos y, por arrastre, al tipo de cambio.

Para adelante, el foco ya no es solo político sino monetario. “Venimos de un esquema muy restrictivo, con pocos pesos en la calle y tasas altas. Ahora el desafío es inyectar pesos y bajar tasas de manera quirúrgica, para que ese dinero no se vaya al dólar ni reavive la inflación”, planteó Cuello.

Caballero coincidió: “Se trata de devolver los pesos justos: darle dinamismo al crédito y al consumo, pero sin que presione el tipo de cambio”.

Impacto federal

En las provincias productivas, una baja sostenida del riesgo país y de las tasas podría abaratar el crédito para pymes y cadenas regionales (agro, industria y servicios), habilitando capital de trabajo y refinanciación. Pero si el desarme monetario se dosifica mal, la brecha cambiaria puede volver a tensionar costos logísticos y de insumos importados, afectando competitividad en el interior.

El final abierto es un llamado a la prudencia. El mercado celebró expectativas políticas y una hoja de ruta más clara, pero los analistas avisan: la verdadera prueba será operativa—cómo y cuándo se muevan las perillas de pesos, tasas y regulaciones. Ahí se sabrá si la euforia se transforma en tendencia… o en otro capítulo de la montaña rusa.