Enfrentamientos entre vecinos: denuncias cruzadas, droga y hasta un apuñalado

Ricardo Amaya, señalado por otra familia como responsable de episodios de violencia en el barrio, dio su versión de los hechos. Admitió que puede haber discusiones y peleas, pero rechazó varias de las acusaciones y pidió “diálogo y tolerancia”.

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Días atrás, una familia del sector de Maipú y General Molina en Río Cuarto denunció que desde hace años convive con amenazas, agresiones y hechos violentos por parte de sus vecinos. El caso cobró mayor notoriedad cuando Jeremías Becerra terminó con una herida de arma blanca en la espalda, lo que profundizó el temor de los denunciantes y derivó en un pedido urgente de intervención policial.

En ese marco, Ricardo Amaya —señalado por la familia Becerra como responsable de los ataques— decidió dar su versión de los hechos. Según dijo, los conflictos comenzaron “con problemas chicos” que se fueron agravando con el tiempo.

“Hemos sido vecinos muchos años, pero el otro día vinieron a atacar a mi hijo. Primero el mayor, después el menor, y lo patotearon en el suelo. Incluso con una faca le tiró dos puntazos, que esquivó de casualidad”, relató.

Respecto a las denuncias sobre ataques con piedras, admitió que en ocasiones pudieron haberse producido, aunque relativizó el hecho. “Acá las piedras vuelan por todos lados. A mí me rompieron el parabrisas de mi camioneta y no pude culpar a nadie porque no vi quién fue”, señaló.

Uno de los puntos más sensibles de la disputa son las acusaciones por consumo de drogas. Amaya no descartó que sus hijos puedan haber tenido contacto con sustancias, pero rechazó que eso explique la totalidad de los conflictos: “Yo no consumo. Puede ser que mis hijos sí, pero eso no significa que vivamos atacando a los demás”.

Pese a la tensión y a los hechos denunciados, sostuvo que aún existe la posibilidad de recomponer la convivencia. “Yo soy un hombre de diálogo. Creo que lo que falta es debatir, tolerancia y respeto. A veces, cuando a la una de la mañana golpean la pared, uno reacciona. Pero siempre estoy dispuesto a hablar para terminar con esto”, expresó.

Finalmente, agradeció el espacio para ejercer su derecho a réplica: “Yo también tengo derecho a decir mis cosas. No iba a hablar, pero tampoco sirve quedarse callado y que parezca que uno acepta lo que se dice”.