Eliminación de las retenciones: ¿cómo impactará la medida en los precios que recibe el productor?
- Telediario Digital

- 24 sept
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El anuncio del Gobierno nacional sobre la reducción y eliminación de las retenciones vuelve a poner en el centro del debate al sector agropecuario. La decisión incluye una baja del 20% en las alícuotas para granos y del 26% para la cadena de ganados y carnes, con la promesa de que las reducciones serán permanentes.
En diálogo con Argentina Noticias, el ingeniero agrónomo y productor agropecuario Francisco Demarchi analizó el alcance de la medida y sus consecuencias inmediatas en el mercado.
“Debería ser un festejo a viva voz del campo, porque es un reclamo de más de dos décadas. Pero no pareciera ser así porque la medida se presenta como transitoria, y todo lo que es transitorio genera incertidumbre”, señaló Demarchi.
El productor recordó que en junio ya se había implementado una quita temporaria de retenciones que luego volvió a su nivel original, mientras que en la Exposición Rural de Palermo el presidente Javier Milei había anunciado bajas “permanentes”. Para Demarchi, lo único que puede traer previsibilidad es que las medidas “ya queden establecidas como definitivas”.
Beneficios y limitaciones inmediatas
Según explicó, los primeros en beneficiarse fueron quienes ya tenían producción lista para vender. “El productor que vendió soja o maíz con la baja de alícuotas va a poder mover la economía, pagar deudas o invertir en insumos”, indicó.
Sin embargo, advirtió que no todo el sector pudo aprovechar el anuncio: “Muchos productores ya habían vendido gran parte de la cosecha para cubrir gastos o compromisos, y la medida por 30 días no los alcanza de igual manera”.
Uno de los puntos más sensibles está en el impacto sobre los precios. “Sacándole el 26% de alícuotas, la soja debería estar en torno a los 550 o 560 mil pesos. Sin embargo, los exportadores pagaron 505 mil. Es decir, no se trasladó todo a precio. Hubo una baja por el volumen de ventas y, en cuestión de horas, muchos compradores se retiraron del mercado”, detalló Demarchi.
Esto, añadió, genera distorsiones en otras actividades de la cadena agroindustrial, como la ganadería o la producción de alimentos balanceados: “Un maíz que cambia de precio de un día para otro termina afectando a quienes producen carne o lácteos”.

Demarchi insistió en que el gran desafío es terminar con las medidas cortoplacistas:
“El campo siempre termina siendo el manotón de ahogado al que recurre el Estado. Lo que debería celebrarse es una baja permanente. Lo transitorio es de corta duración, genera manoseo y no ordena la economía”.
De cara a la próxima campaña agrícola, el productor destacó que las condiciones climáticas son favorables y que probablemente se siembren todas las hectáreas disponibles, aunque la falta de previsibilidad sigue siendo el gran obstáculo:
“Argentina sin retenciones, con buenas lluvias y una producción fuerte, podría pararse muy bien frente al mundo. Pero necesitamos reglas claras y estables para que el productor invierta sin miedo”.




