El récord que golpea a la industria: Argentina importa más y produce menos
- Telediario Digital
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Un informe del Centro CEPA reveló que las compras externas de bienes de consumo marcaron un récord y ya superan en más de 1.600 millones de dólares la marca previa. Mientras ingresan más productos terminados, la producción nacional retrocede y miles de nuevas empresas se reconvierten en importadoras.

Argentina volvió a quebrar un récord, pero no uno que celebre la industria local. Las importaciones de bienes de consumo treparon a 8.376 millones de dólares entre enero y septiembre de 2025, el nivel más alto de la historia. El salto implica un 25,3% más que en 2018, hasta ahora el pico máximo, según datos del Centro CEPA.
Solo en septiembre se destinaron 1.157 millones de dólares a bienes terminados para el mercado interno. Con ese empuje, este rubro ya explica el 14,6% del total importado, cuatro puntos porcentuales más que en 2023. El fenómeno se da en paralelo a la desaceleración de sectores industriales locales, que pierden terreno frente a una ola importadora que abarca desde electrodomésticos hasta alimentos.
El crecimiento se concentra en rubros que históricamente impulsan empleo en provincias industriales: electrodomésticos, baterías y lámparas aumentaron sus compras externas 217,7% respecto de 2023. También crecieron motos y bicicletas (+69,3%), prendas de vestir (+99,2%) y productos alimenticios (+49,4%). Todos son sectores con fuerte presencia regional, desde Tierra del Fuego y Córdoba hasta Santa Fe y Buenos Aires.

La expansión importadora generó un fenómeno paralelo: la irrupción de 9.235 nuevas empresas que comenzaron a importar bienes de consumo, un aumento del 70% en comparación con 2023. El salto más pronunciado se dio en productos de caucho y plástico (+2.490 firmas) y marroquinería (+1.524), sectores donde la producción nacional muestra retrocesos significativos.
Mientras la importación de electrodomésticos se disparó, la producción de informática, TV y comunicaciones cayó 25,7%. En indumentaria, las compras externas crecieron 61,8% y la industria textil se retrajo 18,9%. Incluso en alimentos y bebidas, donde Argentina históricamente fue autosuficiente, la producción nacional apenas se movió (-0,2%) frente a una suba de casi 50% en importaciones.
En territorios donde la industria sostiene empleo, como el conurbano bonaerense, Córdoba, San Luis o Tierra del Fuego, los efectos ya son visibles: suspensiones, caída de turnos y pérdida de competitividad. El informe advierte que esta desproporción podría profundizar una reconfiguración estructural del mercado interno. Con un dólar apreciado, baja demanda interna y apertura sin resguardo, la competencia entre producto importado y producción local se vuelve desigual.

