“El pipazo es un pasaporte a la muerte”

El padre Mariano Oberlín advirtió sobre el avance de una droga barata, adictiva y letal que golpea con fuerza en Córdoba y arrastra a jóvenes a situaciones extremas de vulnerabilidad.

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En Córdoba, dos hechos recientes conmocionaron a la sociedad. Se trata de Brenda Torres, de 24 años, asesinada y descuartizada en barrio Chateau Carreras, y de Milagros Micaela Basto, de 22, hallada sin vida dentro de un placard en un departamento del centro. Un aspecto común, señalado por sus familias, es que ambas atravesaban una adicción a esta droga.

Esa situación de consumo no explica sus muertes, pero refleja un marco de vulnerabilidad extrema que atraviesan muchos jóvenes expuestos, y que en este caso se cruza con dos femicidios que encendieron todas las alarmas.

En diálogo con Telediario, el sacerdote Mariano Oberlín, referente en el trabajo con jóvenes en situación de vulnerabilidad, fue contundente:

“El pipazo es una de las drogas más nocivas, más letales, porque es el último recorte de la cocaína. Cada día hay más chicos que se meten con eso y tristemente cada vez son más los que van cayendo”.

El cura describió los daños que provoca: “La mayoría de los chicos tienen los dientes destruidos, las vías respiratorias afectadas. Hoy mismo hay un pibe internado en terapia intensiva por fallas multiorgánicas a raíz de este consumo”. Y advirtió que muchas dosis se cortan con sustancias tóxicas: “Para que parezca que les pega, le agregan hasta veneno para ratas. Eso es lo que se está consumiendo hoy”.

Aunque el consumo se asocia a los barrios populares, Oberlín remarcó que “la droga está metida en todos los sectores sociales: en countries, en la política, en el mundo empresario”. Y dejó un mensaje directo a los jóvenes:

“Traten de salir lo antes posible, porque mientras más tiempo pasa más difícil se hace. Y al que no ha entrado, que no lo haga, porque nadie sabe quién termina consumido por la droga”.