El negocio que explota en el mundo: La pyme que llegó a Google y Disney

Una pyme creada por tres amigos cordobeses pasó de fabricar pines en una casa a producir 30.000 piezas mensuales para Google, Disney, McDonald’s y marcas globales. Con tecnología propia y producción artesanal, la firma encara un salto exportador que vuelve a poner en agenda el potencial industrial del interior.

Una pyme cordobesa logró lo que muchos emprendimientos del interior sueñan: producir desde la provincia para las marcas más poderosas del planeta. Siete Millas, fundada por tres amigos diseñadores industriales, fabrica pines y llaveros metálicos que hoy utilizan Google, Disney, Adidas y McDonald’s en eventos y lanzamientos exclusivos. En un mercado dinámico y altamente competitivo, la empresa se abrió paso con tecnología propia, entrega rápida y una producción artesanal que conserva la calidad pieza por pieza.

“Nos lanzamos endeudándonos y sin materia prima, pero con ganas de emprender”, recordó Augusto Faure, uno de los socios, en diálogo con Teleo Digital. La historia comenzó en 2018, con una idea improvisada en torno al Mundial. Sin insumos importados y con el país atravesando restricciones, los jóvenes debieron reconstruir el proceso de fabricación desde cero. El diferencial fue utilizar impresión 3D para prototipar moldes en tiempo récord, algo que ninguna fábrica del rubro hacía en la región.

El modelo funcionó. “Entregamos piezas en siete días hábiles. Por eso nos llaman agencias de publicidad que trabajan con estas marcas”, explicó Faure. Hoy suman entre 50 y 90 clientes nuevos por mes, impulsados por estrategias digitales y un sistema de personalización que convierte cada pedido en una pieza única. El 100% de la producción se hace en Córdoba, desde el diseño hasta el pulido, la galvanoplastia y el pintado manual.

Aunque operan desde una provincia históricamente relegada por la concentración industrial del AMBA, la empresa demostró que la innovación puede revertir la desigualdad territorial. Las pymes del interior suelen enfrentar mayores costos logísticos, acceso limitado a financiamiento y una brecha tecnológica persistente. Siete Millas esquivó esa desventaja apostando por maquinaria propia, asesoramiento en marketing y una estructura que combina automatización con oficio.

La meta ahora va más lejos. La firma ya exportó a Bolivia, México y Chile, y quiere escalar de 30.000 a 100.000 piezas mensuales, incorporando nuevas máquinas automáticas que permitan sostener la demanda internacional. Si lo logra, Córdoba volverá a demostrar que las economías regionales no solo producen alimentos: también generan industria, valor agregado y empleo calificado, aun en contextos adversos para el sector manufacturero.

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