“El intendente nos mandó a rezar para que no llueva”

En plena crisis por las inundaciones que afectan a gran parte de la provincia de Buenos Aires, productores rurales de Carlos Casares expresaron su rechazo a un proyecto municipal que busca aplicar una sobretasa vial del 30% para financiar la reparación de caminos. La medida, aseguran, llega en el peor momento: con campos anegados, tambos cerrados y familias aisladas.

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Agustín Hernández, productor de la zona, describió la situación en diálogo con este medio: "Hoy está todo muy complicado. Hay establecimientos que ya no tienen acceso, no se puede sacar la producción ni ingresar alimentos a los tambos. Algunos productores están completamente aislados", señaló.

Hernández recordó que los problemas comenzaron en febrero con las primeras lluvias intensas y se agravaron desde marzo:"Se los advertimos al municipio, pero no quisieron escucharnos. En mayo hicimos una movilización y la respuesta del intendente fue mandarnos a rezar para que no llueva. Un tambo tuvo que cerrar porque ya no tenía acceso", denunció.

El productor cuestionó la falta de obras de infraestructura que podrían haber evitado la actual crisis:

"El camino de Casares a Cadret se corta siempre en los mismos cuatro lugares de toda la vida. Con una buena planificación se podría haber prevenido. Hoy no hay cunetas limpias ni alcantarillas funcionando".

El anuncio de una nueva sobretasa vial del 30% generó indignación entre los productores.

"Quieren cobrar una sobretasa para recuperar caminos que no existen, que están bajo el agua. Ya pagamos una tasa vial bastante cara y ahora quieren más", sostuvo Hernández.

La propuesta municipal, según los productores, se suma a la falta de respuesta de las autoridades provinciales y nacionales."No hay plan de evacuación, no hay defensa civil activa. Cuando hicimos la última manifestación, advertimos que en caso de accidente no podía entrar ni una ambulancia", relató.

El impacto de las inundaciones será visible a comienzos del próximo año, cuando se contabilicen las pérdidas en la producción agropecuaria.

"Si el campo no puede sacar la producción, se viene todo a pique. Carlos Casares vive del campo, como la mayoría de las localidades del interior. Y lamentablemente hoy los productores sentimos que nos soltaron la mano", concluyó Hernández.