El caso que encendió las alarmas: Por que volvió la alerta por sarampión en Argentina
- Telediario Digital
- hace 8 horas
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Un niño de dos años fue diagnosticado con sarampión y obligó a relanzar la alerta epidemiológica en todo el país. El gobierno nacional pide reforzar vacunación y vigilancia clínica, en un contexto regional donde américa perdió el estatus libre de transmisión endémica.
La alerta sanitaria nacional por sarampión volvió a activarse este sábado luego de que se confirmara el contagio de un niño de dos años y cuatro meses en Santa Elena, Entre Ríos. El caso, detectado por el Sistema Nacional de Vigilancia, encendió las alarmas en un país que había logrado erradicar la circulación endémica del virus, pero que ahora enfrenta un escenario global mucho más complejo.
El menor presentó fiebre alta, erupción cutánea y síntomas respiratorios desde el 24 de noviembre. Tras estudios iniciales inconclusos en un centro de salud local, la muestra fue enviada al Laboratorio Nacional de Referencia, que confirmó la presencia del virus por rt-PCR. El niño —que contaba con la única dosis de triple viral correspondiente a su edad— permanece aislado junto a su familia y se encuentra clínicamente estable.
El Ministerio de Salud de Entre Ríos identificó a todos los contactos estrechos y activó un monitoreo casa por casa para verificar el cumplimiento del calendario de vacunación.
“Desde la sospecha se inició el aislamiento, el control de carnets y la vigilancia de posibles síntomas en los contactos”, explicó Diego Garcilazo, director de Epidemiología provincial.
La investigación sostiene que el contagio pudo haberse producido durante un viaje familiar a Casilda, Santa Fe.
Esta situación se da en un contexto crítico para la región: América perdió su estatus de zona libre de transmisión endémica tras un año de circulación sostenida en Canadá. La degradación sanitaria expone nuevamente la fragilidad de los sistemas de vigilancia y, sobre todo, las brechas de vacunación que persisten en varios países.
En Argentina, 35 casos fueron reportados este año, con un dato que golpea especialmente a las provincias: más del 70% de los menores de 10 años contagiados no estaban vacunados.
El rebrote de sarampión evidencia un problema federal profundo: desigualdades territoriales en cobertura de vacunas, falta de campañas sostenidas y tensiones políticas que incluso habilitan discursos antivacunas en ámbitos oficiales. En provincias con estructuras sanitarias más débiles, cualquier brecha mínima multiplica el riesgo de brotes, impactando en comunidades rurales, familias sin acceso continuo a la salud y economías locales ya tensionadas por la falta de recursos.
Hacia adelante, Nación pidió reforzar vacunación, vigilancia y sensibilización de la población. La eficacia de la triple viral sigue siendo la principal herramienta para frenar la transmisión. El desafío será evitar que un caso aislado vuelva a abrir la puerta a brotes que comprometan, una vez más, los logros sanitarios alcanzados por el país en las últimas décadas.