Después del calor extremo, llegan las lluvias… pero no para todos
- Telediario Digital
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El inicio de 2026 estará marcado por la persistencia del calor extremo y la llegada de lluvias de intensidad muy variable en gran parte del país. El escenario, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, anticipa impactos dispares en las regiones productivas y un alivio térmico que no será uniforme.
La Argentina atraviesa el cierre de 2025 bajo una ola de calor persistente, con temperaturas que en varias regiones rozan los 40 grados. Ese escenario se extenderá en los primeros días de 2026, aunque con la irrupción de lluvias que podrían traer un alivio parcial, según el último informe agroclimático de la Bolsa porteña.

El trabajo, elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra, describe un “prolongado lapso caluroso, seguido por precipitaciones de variada intensidad y un posterior descenso térmico”. La perspectiva abarca desde el miércoles 31 de diciembre hasta los primeros días de enero.
Temperaturas al límite en amplias regiones
Durante esta etapa inicial, los vientos del trópico seguirán dominando gran parte del territorio agrícola. El extremo oriental del NOA, el norte de la región del Chaco, Paraguay y el norte de la Mesopotamia podrían superar los 40 °C, mientras que amplias zonas de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires se moverán entre los 30 y 35 °C.
La situación ya activó alertas por calor extremo del Servicio Meteorológico Nacional, con niveles amarillo y naranja en distintas provincias, un factor de riesgo no solo para la salud sino también para la producción agropecuaria.

Lluvias: alivio desigual y focos de tormenta
Hacia la segunda mitad del período analizado, el ingreso de un frente de tormenta provocará precipitaciones de distribución muy irregular. Mientras algunas zonas recibirán aportes escasos o nulos, otras podrían registrar lluvias moderadas a abundantes, con focos de tormentas severas.
El NOA, la región del Chaco, el norte de la Mesopotamia, sectores de Cuyo y el norte bonaerense aparecen entre las áreas con mayores chances de acumulados significativos, aunque separados por franjas donde el agua seguirá siendo insuficiente.
Impacto federal: provincias, en alerta
Este patrón climático vuelve a dejar en evidencia las asimetrías regionales. Para algunas economías provinciales, las lluvias pueden significar un alivio clave tras semanas de estrés térmico; para otras, la irregularidad refuerza la incertidumbre y la falta de previsibilidad, un problema recurrente para el interior productivo.
Aire más fresco, pero sin tregua total
El informe prevé que, tras el paso del frente, ingresará aire más fresco con mínimas más bajas en gran parte del área agrícola. Sin embargo, el alivio no será generalizado y algunas regiones seguirán con registros elevados, lo que mantiene la atención puesta en cómo evolucionará el clima durante las primeras semanas del nuevo año.

