Después de las elecciones, llegan los aumentos: el Gobierno libera tarifas y actualiza impuestos

Tras las elecciones legislativas, el Gobierno nacional autorizó subas en tarifas e impuestos. Las facturas de gas, los surtidores y otros servicios llegan con incrementos que marcarán el pulso económico del penúltimo mes del año.

Termina un octubre eterno y comienza noviembre con un nuevo capítulo en el ajuste. Tras las elecciones legislativas, el Gobierno nacional avanzó con la liberación parcial de tarifas y la actualización de impuestos a los combustibles, medidas que impactarán directamente en el poder adquisitivo de los cordobeses.

El primer golpe llegará con el gas: desde este mes las boletas reflejarán un incremento promedio del 3,8%, según la resolución 433 de la Secretaría de Energía y disposiciones del Enargas. Hasta ahora las subas se habían mantenido por debajo del 2%, pero el nuevo esquema busca trasladar parte del costo real del servicio a los usuarios residenciales. A eso se suma un aumento de hasta 7,2% en el recargo que financia el Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas, que pagan quienes no acceden al beneficio de “zona fría”.

En los surtidores también se sentirá el impacto. Desde el 1° de noviembre, el Gobierno aplicó una actualización en los impuestos a los combustibles, lo que se traducirá en un incremento de entre 1% y 1,5% en los precios de la nafta y el gasoil. Las petroleras podrían además realizar ajustes diarios o semanales, como ya lo hicieron en los últimos meses.

Por ahora, Aguas Cordobesas no prevé nuevas actualizaciones en noviembre, aunque el último aumento del 8,81% data de agosto. En cuanto a la energía eléctrica, Epec mantiene la Fórmula de Actualización Mensual (FAM), un mecanismo que ajusta las tarifas en sintonía con la inflación para evitar un nuevo atraso tarifario.

Estas subas se dan en un contexto de presión inflacionaria sostenida y salarios que aún no logran recuperar el poder de compra perdido. Con el fin de los subsidios y el objetivo oficial de “ordenar las cuentas públicas”, noviembre anticipa un cierre de año con más tensión en los bolsillos y nuevas discusiones sobre el costo real de los servicios esenciales.