Desesperado pedido: sus hijos con consumo problemático le quemaron la casa y exige ayuda urgente

La mujer denunció que debió abandonar su casa junto a su hija adolescente por la violencia de sus hermanos, ambos con graves problemas de adicción. Afirma que no recibe respuestas de la Justicia y pide una internación urgente.

La escena se repitió una vez más en los pasillos de Tribunales. Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, una mujer expuso públicamente el drama que atraviesa su familia: dos de sus hermanos, de 18 y 35 años, sufren problemas severos de consumo de drogas, situación que se volvió insostenible y la obligó a dejar su hogar junto a su hija de 15 años.

“Tuve que salir huyendo porque ya no era vida lo que vivía con mi hija. Quiero que el juez vea esto y me ayude. Me tienen a las vueltas en fiscalías, dicen que buscan lugar para un internado pero nunca pasa nada”, relató, visiblemente afectada.

Violencia y destrucción en el hogar

Según denunció, los episodios de violencia se multiplicaron en la vivienda familiar. Uno de los hermanos, contó, llegó a tirar abajo una pared del comedor, incendiar partes de la casa y destruir los muebles, dejando a la madre prácticamente en la calle.

“Mi mamá anda todo el día de un lado para otro porque ya no puede vivir en la casa. Yo me quedé sin nada, me rompieron todo, no tengo ni cama ni muebles. Tengo que dormir en casas de familiares”, explicó.

Antecedentes y falta de respuestas

La mujer detalló que ambos jóvenes ya habían tenido internaciones previas: uno de ellos tras un intento de suicidio, y el otro por algunos días en un centro de salud, aunque en ambos casos se escaparon antes de completar los tratamientos.

Pese a los reiterados pedidos de ayuda a la Justicia y a áreas sociales, asegura que nunca se avanzó en una solución de fondo.

“Nos dicen que es por voluntad propia, pero ellos no quieren. Están totalmente perdidos en la droga. Yo quiero que el juez los interne de forma urgente”, reclamó.

Una realidad que se repite

La situación expuesta vuelve a poner en evidencia la falta de herramientas efectivas para abordar casos de adicciones severas cuando no existe voluntad de tratamiento por parte del paciente, y el impacto devastador que ello genera en las familias.

“Estoy con depresión, con mi casa vacía y destruida. No puedo más, lo único que pido es que los internen, que nos den una respuesta”, concluyó la mujer entre sollozos.

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