Crecimiento desigual de las economías provinciales: el análisis de Guillermo Geremía

El último informe del Instituto Interdisciplinario sobre el crecimiento económico de las provincias argentinas entre 2011 y 2022 dejó al descubierto la profunda desigualdad regional. En su columna en Puertas Abiertas, Guillermo Geremía analizó los datos que muestran un panorama heterogéneo, con provincias que lograron expandir su PBI de manera significativa y otras que, por el contrario, retrocedieron.

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Según los datos compilados a partir de la CEPAL y la Bolsa de Comercio de Rosario, Neuquén lideró el ranking con un crecimiento del 57%, impulsado por la explotación de Vaca Muerta. Ese boom energético está generando un fenómeno de migración interna que transforma a pequeños pueblos en polos urbanos de miles de habitantes, aunque aún sin la infraestructura necesaria para sostener semejante salto.

En el norte del país, Salta y Jujuy mostraron un crecimiento destacado gracias al turismo y al desarrollo del litio. En tanto, Santiago del Estero registró un aumento del 23,1%, resultado de una política de grandes eventos deportivos y culturales que dinamizaron la economía local, junto a la expansión agrícola-ganadera. También Formosa (14%), Misiones (17,1%) y San Luis (5,3%) lograron desempeños por encima del promedio nacional.

En contraste, distritos históricamente poderosos tuvieron un rendimiento bajo. Córdoba apenas creció 3,5%, Buenos Aires 1,5% y Santa Fe 0,8%. Más preocupante aún fue el retroceso de provincias como Mendoza (-7,6%), Catamarca (-10,1%) y la Ciudad de Buenos Aires (-6,1%), que en el período analizado perdieron peso relativo en la economía nacional.

Geremía remarcó que estas cifras no son solo estadísticas: reflejan la falta de un proyecto federal capaz de equilibrar las asimetrías. “No puede haber una Argentina donde una provincia crezca el 57% y otra retroceda más del 10%. La función del gobierno nacional es equilibrar esas desigualdades, pero este debate ni siquiera está sobre la mesa en la campaña electoral”, cuestionó.

El periodista también advirtió que la expansión sin planificación, como ocurre en Neuquén, puede derivar en crisis de infraestructura y servicios. Y planteó que el crecimiento de provincias históricamente rezagadas, como Santiago del Estero o Formosa, demuestra que con estrategias propias es posible dinamizar las economías regionales.

En conclusión, los datos confirman que la Argentina atraviesa un proceso de crecimiento fragmentado y desigual, donde la ausencia de un plan federal profundiza las distancias entre territorios. “El desafío de cualquier gobierno nacional es poner en una balanza y equilibrar estas asimetrías”, subrayó Geremía.