La pareja hallada sin vida murió por causas naturales y "hace más de una semana"

Fuentes de la investigación confirmaron a Telediario que "en principio no habría nada extraño que haga pensar que intervino una tercera persona o algún indicio de criminalidad", de manera que todo se encamina hacia una situación de muerte natural.

Los cuerpos fueron hallados el lunes en una casa ubicada al 2900 del pasaje, luego de que familiares dieran aviso a la Policía al no poder comunicarse con ellos durante varios días. Al ingresar al domicilio, los efectivos encontraron a ambos adultos sin vida en el dormitorio.

Desde la investigación indicaron a Telediario Digital que “en principio no habría nada extraño que haga pensar en la intervención de una tercera persona ni indicios de criminalidad”, por lo que todo apunta a una situación de muerte natural.

El hombre, de 63 años, padecía diabetes y problemas cardíacos, mientras que la mujer, de 71, se encontraba en silla de ruedas y dependía de su pareja para sus cuidados. Una de las hipótesis es que el hombre habría muerto primero, y la mujer habría muerto después, tras no recibir la asistencia que necesitaba.

La vivienda estaba cerrada desde el interior y no se registraron signos de violencia ni faltantes. Vecinos relataron que hacía varios días no veían movimiento y que los ladridos de los perros en el patio llamaron su atención.

El caso generó conmoción en el barrio, ya que la pareja era conocida por su carácter reservado y su bajo perfil. La Fiscalía de turno continúa con las actuaciones formales a la espera de pericias complementarios de las autopsias, que permitirán determinar con precisión la fecha y causa de las muertes.

Por el momento, todo se encamina a que el caso sea archivado como una muerte natural sin intervención de terceros.

Los perros dieron el aviso

Vecinos relataron que el hombre solía atender a su pareja, quien se movilizaba en silla de ruedas, y que ambos llevaban una vida muy reservada. “Hace días que no se los veía. Lo único que escuchábamos eran los perritos llorando en el patio”, contó Ana Ortíz, vecina del pasaje.

El domicilio no presentaba signos de violencia ni aberturas forzadas. En la vivienda convivían además varios perros, cuyos ladridos fueron escuchados durante días por los vecinos. La principal hipótesis es que se habría tratado de una muerte natural, aunque no se descartan otras posibilidades hasta contar con los peritajes definitivos.