Condenas de 23 y 18 años por el crimen de Emiliano Véliz: el desgarrador testimonio del padre tras el veredicto y la tensión en Tribunales

El veredicto llegó, pero el alivio no. Tras conocerse las condenas la voz del padre quebró el silencio en Tribunales y dejó una postal de dolor que atravesó a todos los presentes. “A mi hijo no me lo devuelven más. Está bajo tierra, no vive más”, dijo entre lágrimas.

El jurado popular declaró culpables a Ezequiel Boillu señalado como el autor del asesinato y a Cristian Bildoza, a quien ubicaron como partícipe necesario. Para el padre de Emiliano no hubo dudas: “Boillu asesinó a mi hijo y pudo haber hecho más desastre. No lo hizo, pero igual lo mató. Y todo con la complicidad de Bildoza”.

El hombre relató que, antes de llegar al tribunal, visitó la tumba de su hijo. “Creo que ahora puede estar un poquito más en paz, pero mi Emiliano no vive más. Ese es mi daño eterno”, afirmó, en un testimonio que expuso el costado más humano del juicio. También cuestionó las reacciones de los familiares de los acusados, que negaron su participación: “Trajeron gente que no fue fehaciente. La Justicia pudo demostrar quiénes fueron”.

Respecto a las penas, fue contundente: “¿Conforme? No lo sé. Podría haber sido más larga o más corta. Podría haber sido pena de muerte. A mí Emiliano no me vuelve. Nunca”. Su reclamo, dijo, era otro: que los dos responsables “queden fuera de Río Cuarto y fuera de la sociedad”.

La hermana de Emiliano, en sintonía, señaló que para cualquier familia “toda condena es poca” y recordó que llegan tarde a los cambios penales que se discuten a nivel nacional. “Quizás otra familia sí llegue a ver un castigo más duro. Nosotros ya no”, expresó.

A la salida, la tensión volvió a marcar el clima. Hubo discusiones y momentos de hostilidad entre familiares de los acusados y personal de seguridad, aunque sin heridos. La jornada cerró con un sentimiento mezclado: el de una familia que obtuvo una respuesta judicial, pero no consuelo.

En los próximos días se formalizarán las notificaciones y no se descarta que la defensa de alguno de los condenados presente recursos. Para los Véliz, sin embargo, el mensaje fue claro: “Lo único que queríamos era que los dos asesinos fueran condenados. Y lo logramos. Pero el vacío queda para siempre”.