Un ciclista de 71 años terminó herido tras caer en el puente por un pozo sin señalización

Un trabajador que circulaba en bicicleta sufrió una caída en plena senda peatonal tras meter la rueda en un orificio del puente. Asegura que el accidente se podría haber evitado con una advertencia visible.

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Un ciclista sufrió un accidente mientras cruzaba un puente por la senda peatonal y terminó con lesiones leves, luego de que la rueda delantera de su bicicleta se introdujera en un orificio sin señalización. El hecho ocurrió cuando transitaba de manera reglamentaria, empujando la bicicleta por un sector reservado para peatones, ya que el carril central está destinado a vehículos.

Según relató el propio damnificado, las consecuencias físicas fueron menores: excoriaciones y golpes superficiales, sin heridas profundas ni necesidad de un tratamiento complejo. “Los médicos me dijeron que no había nada serio, pero que debía seguir algunos cuidados”, explicó, y remarcó que el episodio podría haberse evitado con una simple indicación preventiva en el lugar.

El hombre contó que pasa casi todos los días por ese puente y que, al momento del accidente, redujo la velocidad para evitar chocar con otro peatón que venía en sentido contrario. Al correrse levemente hacia el centro del paso, la rueda delantera cayó en el orificio y se produjo la caída. El peatón fue testigo directo y regresó de inmediato para asistirlo.

Tras el impacto, se activó un rápido operativo de asistencia. Desde la central de monitoreo urbano advirtieron la situación al observar que varias personas se detenían en el lugar, y enviaron un móvil preventivo para constatar lo ocurrido. Minutos después, personal sanitario evaluó al ciclista y dispuso su traslado para controles médicos.

El trabajador destacó y agradeció la coordinación del operativo y la ayuda recibida, tanto de los equipos de emergencia como de personas de su entorno laboral que se hicieron presentes de inmediato.

“Mover a una persona accidentada no es sencillo y todo funcionó como debía”, señaló.

Más allá del desenlace favorable, el episodio reabre el debate sobre el estado de la infraestructura urbana y la falta de señalización en sectores de alto tránsito peatonal y ciclista. El reclamo apunta a una solución simple pero clave: advertencias visibles que eviten accidentes que, como en este caso, pudieron terminar de manera mucho más grave.