Choques diarios, miedo y reclamos: vecinos exigen soluciones urgentes en Maipú y Urquiza
- Telediario Digital
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Los frentistas aseguran que los siniestros se repiten “día por medio” y denuncian que la falta de señales convierte el cruce en una trampa peligrosa. Piden un semáforo o un lomo de burro mientras crece la tensión por la inacción municipal.
En la intersección de Maipú y Urquiza, una esquina céntrica que desde hace meses se volvió sinónimo de peligro, los vecinos conviven con choques casi diarios, maniobras riesgosas y momentos de tensión que ya forman parte del paisaje urbano.
El último siniestro ocurrió este martes y reavivó los reclamos por una intervención urgente.
Los frentistas describen una situación que se repite sin pausa: vehículos que llegan a alta velocidad desde ambos sentidos, ausencia de señalización efectiva y conductores que no frenan.
“Ayer un accidente grandísimo. El chico venía por Urquiza, el otro por Maipú, y no frenan nunca. Esta esquina es terrible, día por medio pasa algo”, relató Gustavo, uno de los vecinos.
El cruce combina varios factores de riesgo: un semáforo distante sobre Maipú que habilita a autos a circular con velocidad, la prioridad de paso por derecha en Urquiza que muchos no respetan y un flujo vehicular intenso propio del sector.
“Cuando se pone verde allá, ya vienen con todo. Y por Urquiza también vienen rapidísimo. Algunos frenan; otros directamente colisionan”, agregó Camila, otra vecina.
La falta de respuesta oficial profundiza la molestia en el barrio. Los residentes aseguran que han intentado organizarse, elevar notas y pedir la instalación de un semáforo, un reductor de velocidad o cualquier medida que ralentice el tránsito. Hasta el momento, no hubo intervención municipal.
Lo que ocurre en Maipú y Urquiza refleja una tendencia que preocupa a escala nacional: el aumento de la siniestralidad urbana en zonas densamente transitadas y la brecha entre los reclamos comunitarios y las políticas de seguridad vial. En este caso, los accidentes no solo son frecuentes, sino también violentos.
“Cuando chocan, son choques fuertes, no así nomás”, coinciden los vecinos.
El barrio espera que las autoridades actúen antes de que ocurra una tragedia mayor. Mientras tanto, la esquina sigue en riesgo permanente y los residentes anticipan que, sin medidas urgentes, los incidentes continuarán multiplicándose día tras día.