Cayó un sexto detenido por el Triple Crimen de Florencio Varela y sigue la búsqueda de “Pequeño J”

La causa por el brutal asesinato de Brenda del Castillo (20), Lara Gutiérrez (15) y Morena Verdi (20) sumó un nuevo detenido en las últimas horas, mientras crece la conmoción social y se multiplican las marchas que exigen justicia en distintos puntos del país.

Se trata de Ariel Giménez, argentino de 29 años, capturado por la Policía bonaerense en un operativo en Florencio Varela. Según los investigadores, habría sido contratado por la banda narco para cavar el pozo donde las jóvenes fueron enterradas, un dato clave que refuerza la hipótesis de que el crimen fue premeditado y no consecuencia de una fiesta descontrolada.

Con esta detención, ya son seis los arrestados en la causa. Antes habían sido apresados Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (27), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18), junto a Lázaro Víctor Sotacuro, detenido en Bolivia y señalado como el conductor de la camioneta Chevrolet Tracker utilizada para trasladar a las víctimas.

La búsqueda de “Pequeño J” se concentra en el norte del país

La investigación apunta ahora a dar con el presunto autor intelectual, el peruano Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, de 20 años, junto a su cómplice Matías Agustín Ozorio (28).

El secretario de Seguridad de Jujuy, Juan Manuel Pulleiro, confirmó que se reforzó el control en las rutas y pasos fronterizos con Bolivia, ante la sospecha de que los prófugos intenten cruzar por esa provincia. “Estamos con todas las alertas y duplicamos los esfuerzos para dar con ellos si es que vienen a la provincia”, señaló.

Este dato no es menor: la persecución de “Pequeño J” atraviesa a más de una jurisdicción y exhibe la necesidad de coordinación entre fuerzas provinciales y federales, en un caso que no solo afecta al conurbano bonaerense, sino que se expande hacia las fronteras del norte argentino.

Un caso que conmociona a todo el país

Las tres víctimas eran oriundas de La Matanza, pero el hallazgo de sus cuerpos en Florencio Varela convirtió al hecho en uno de los crímenes más estremecedores de los últimos años. Las movilizaciones sociales, que se replicaron en Buenos Aires y en otras provincias, buscan mantener viva la exigencia de justicia y evitar que el caso quede limitado a un conflicto barrial o narco.

Con seis detenidos, pero con la figura central aún prófuga, la captura de “Pequeño J” se presenta como la pieza clave para esclarecer quién dio la orden de ejecutar un crimen que, más allá de lo judicial, ya se inscribe en el mapa de las grandes tragedias de violencia de género y narcocriminalidad en la Argentina.