Buryaile advertió sobre el “negocio brillante” de los exportadores y cuestionó la medida del gobierno
- Telediario Digital

- 26 sept
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En diálogo con Argentina Noticias, el exministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Buryaile, criticó duramente la reciente suspensión de retenciones a las exportaciones agropecuarias que el Gobierno nacional aplicó durante apenas tres días, al considerar que se trató de un “negocio brillante” para un puñado de grandes exportadores y no un beneficio real para los productores.

“Un picnic financiero para unos pocos”
Buryaile señaló que la decisión del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, de suspender las retenciones hasta reunir un cupo de 7.000 millones de dólares, dejó afuera a la mayoría de los productores. Según explicó, en la práctica los exportadores aprovecharon la medida para realizar millonarias operaciones de manera exprés, mientras que los pequeños y medianos productores no llegaron a incorporarse al esquema por la falta de tiempo y la complejidad administrativa.
“El productor tenía que cobrar sin retenciones, pero no ocurrió: hubo diferencias en los pagos y los exportadores se llevaron el beneficio. Fue una medida fugaz, un picnic financiero que favoreció a pocos y dejó al resto mirando de afuera”, remarcó Buryaile en la entrevista.
Contexto de la medida
El decreto oficial había establecido que la suspensión de retenciones regiría hasta el 31 de octubre o hasta completar el cupo de divisas previsto. Sin embargo, las declaraciones juradas de exportación agotaron ese cupo en apenas 48 horas, lo que precipitó el fin de la medida.
Especialistas como el periodista rural Matías Longoni explicaron que el Gobierno buscaba desesperadamente dólares para reforzar las reservas antes de las elecciones y atender compromisos externos. “La única forma rápida era recurrir al agro, que representa casi el 60% de las exportaciones del país”, sostuvo.
Malestar en el sector productivo
La decisión generó un fuerte malestar en entidades rurales. La Sociedad Rural de Rosario expresó en un comunicado su “profunda preocupación” por lo ocurrido, al remarcar que la medida se concentró en manos de un grupo reducido de exportadores y dejó afuera a la enorme mayoría de productores primarios y medianos.
En el mismo sentido, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, se mostró cauto pero reconoció que el mecanismo no alcanzó al productor de base: “El gran negocio lo hicieron las cerealeras. El productor quedó afuera”.
¿Beneficio o estafa?
El trasfondo político también se hizo presente. Legisladores de la oposición calificaron la decisión como una “estafa” y advirtieron que el Gobierno privilegia a quienes concentran el negocio agroexportador, mientras que se resignan recursos fiscales que podrían destinarse a políticas sociales o educativas.
Buryaile coincidió en que la jugada “benefició a los grandes jugadores que sabían de antemano lo que iba a pasar” y que “esto es gobernar para unos pocos”.
El episodio reavivó la histórica discusión sobre el esquema de retenciones en Argentina: mientras la dirigencia política debate entre eliminarlas de forma permanente o usarlas como herramienta fiscal, el sector productivo reclama previsibilidad y acusa al Gobierno de haber convertido la medida en un beneficio transitorio y excluyente.




