Alquilar ya cuesta un sueldo: familias al límite y morosidad en escalada

Maximiliano Vittar, referente de Inquilinos Córdoba, advirtió en Telediario Federal que las expensas ya igualan al alquiler, la morosidad crece y miles de familias deben compartir vivienda o resignar necesidades básicas para sostener un techo.

Expensas que ya igualan al alquiler y morosidad en alza

El mercado inmobiliario vive un escenario inédito: las expensas ya equivalen al alquiler, la morosidad crece en todo el país y cada vez más familias deben compartir vivienda para sostener un techo. Así lo advirtió Maximiliano Vittar, referente de Inquilinos Córdoba, en diálogo con Telediario Federal, donde describió una situación que se agrava mes a mes.

Vittar señaló que, pese al aumento de la oferta tras la derogación de la Ley de Alquileres, “el impacto del alquiler sobre los ingresos no dejó de crecer”. En muchos casos, un solo sueldo familiar se destina casi por completo a cubrir alquiler y expensas

“Si lo vemos de manera individual, supera ampliamente el porcentaje lógico del sueldo. Y en ingresos familiares, estamos cerca de que uno de los dos salarios se va solamente en vivienda”

La morosidad también muestra un salto que incluso fue reconocido por el propio Colegio de Profesionales Inmobiliarios de Córdoba. “Hace meses venimos advirtiendo que crece la deuda, sobre todo en expensas e impuestos. No es solo retraso del alquiler: la gente está dejando de pagar servicios esenciales para priorizar el techo”, explicó Vittar. Entre agua, luz, gas y créditos, miles de hogares acumulan deudas que ya son insostenibles.

El fenómeno se expande a todo el país y tiene un fuerte impacto federal. En ciudades universitarias como Córdoba, Rosario, Tucumán o La Plata, se multiplican los casos de estudiantes que deben volver a vivir con sus padres, adultos mayores que dejan departamentos para mudarse con familiares y familias que comparten casas por falta de alternativas.

“La gente paga lo mismo por peores condiciones, menos metros cuadrados y ubicaciones más alejadas. No es movilidad voluntaria: es expulsión por precio”

Vittar insistió en que el mercado no está resolviendo el problema. “Con más oferta no mejoraron las condiciones. No aceptan contratos más cortos, no permiten dejar de pagar impuestos y no negocian aumentos razonables. Sin un rol activo del Estado no hay equilibrio posible”, advirtió. Y planteó un escenario que ya preocupa a organizaciones de vivienda: hogares que deben elegir entre comer o pagar el alquiler.

En el cierre, Vittar fue categórico sobre el riesgo social: “La salida no puede ser que la gente termine en la calle. No puede plantearse la expulsión como solución. Necesitamos una política integral que garantice el acceso a la vivienda y que no castigue a familias que siempre cumplieron y hoy están quebradas por la coyuntura”.