Alerta jubilados: La “letra chica” de la reforma previsional podría achicar los haberes futuros
- Telediario Digital
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Mientras se espera la reglamentación oficial, especialistas advierten que el aumento de los aportes impactaría de lleno en el cálculo de las jubilaciones futuras. La emergencia previsional, prorrogable por hasta diez años, vuelve a poner el peso del sistema sobre los trabajadores activos.
La reforma previsional en discusión abrió una nueva señal de alerta entre trabajadores y jubilados. Aunque todavía no se publicó la reglamentación, ya trascendieron algunos lineamientos que generan preocupación, especialmente por lo que podría esconder la llamada “letra chica” de la norma.

En diálogo con este medio, el abogado previsionalista Fernando Viera explicó que el punto central pasa por el aumento de las alícuotas de aporte según escalas salariales y la eliminación de fondos extraordinarios que hasta ahora ayudaban a sostener el déficit del sistema.
“Se delegan amplias facultades al Poder Ejecutivo y se declara la emergencia previsional por cinco años, prorrogable automáticamente por otros cinco. En los hechos, hablamos de una emergencia de diez años”, advirtió.
Uno de los cambios más sensibles es la eliminación del fondo extraordinario que se financiaba, en parte, con ingresos brutos y con aportes adicionales de los trabajadores activos. Ese fondo no incidía en el cálculo del haber jubilatorio. Sin embargo, con el nuevo esquema, el incremento directo de los aportes sí impactaría en la fórmula de cálculo inicial de la jubilación.
“El haber se calcula sobre el promedio de los últimos diez años de sueldo, descontando el aporte a la caja. Si ese aporte es mayor, el sueldo neto baja y el promedio también. El resultado es una jubilación inicial más baja”, explicó Viera.
En términos prácticos, el sistema recaudaría más hoy, pero pagaría jubilaciones más chicas mañana.
El efecto es especialmente crítico para quienes están a pocos años de jubilarse. Si la emergencia se extiende durante una década, quienes hoy tengan diez años por delante verán todo su promedio salarial afectado por alícuotas más altas. “Eso va a llevar a muchos a replantearse si les conviene seguir en actividad o jubilarse antes”, señaló el especialista.

Respecto a los jubilados actuales, Viera aclaró que, en principio, no deberían verse afectados. La movilidad previsional provincial se basa en el sueldo bruto de los activos y no en el nivel de aportes. “Sería un error técnico que este aumento reduzca los haberes de quienes ya están jubilados. Falta ver la reglamentación, pero no debería ir en ese sentido”, remarcó.
El debate vuelve a exponer una discusión de fondo: el sostenimiento del sistema previsional recae, una vez más, sobre los trabajadores activos y las provincias, mientras se eliminan herramientas de financiamiento solidario. En un contexto de ajuste y emergencia prolongada, la letra chica puede terminar definiendo quién paga el costo real de la reforma.

