Violenta pelea entre trapitos en Sobremonte: un apuñalado y un detenido

El hecho ocurrió en plena siesta en calle Sobremonte al 75. Vecinos denuncian que la presencia de cuidacoches en la zona genera inseguridad y reclaman soluciones al municipio.

Una violenta pelea entre cuidacoches en la zona de calle Sobremonte al 75, en Río Cuarto, terminó con un hombre de 30 años gravemente herido tras recibir puñaladas en el abdomen y en el cuello. El agresor, de 26 años, se dio a la fuga, pero fue detenido por la Policía a pocas cuadras del lugar.

La víctima permanece internada en el Hospital San Antonio de Padua, mientras que el detenido quedó a disposición de la Justicia.

Reclamos vecinales por inseguridad

El enfrentamiento puso nuevamente en el centro de la escena la problemática de los cuidacoches en la ciudad. Vecinos de la zona aseguran que las peleas y episodios violentos son frecuentes, y que estacionar en el sector es casi imposible sin pagarle a los llamados “trapitos”.

Hace algunos días, cerca de 70 frentistas elevaron una nota al municipio solicitando medidas concretas para terminar con esta situación.

Franco Arce, comerciante del sector, relató a Telediario que la inseguridad se ha vuelto habitual:

“Es normal ver peleas entre trapitos, pero también hay algunos que vienen con otros propósitos: generar disturbios, drogarse o incluso repartir droga. A veces también han provocado robos o daños a viviendas y locales cercanos”, denunció.

Arce recordó incluso que en una oportunidad un cuidacoches rompió la vidriera de un comercio para robar un celular y que él mismo fue víctima de un robo en su vivienda.

Una problemática recurrente

Los vecinos también remarcan que los conflictos suelen estallar los fines de semana, especialmente los viernes por la tarde, cuando se reúnen grupos de jóvenes en la esquina de Gil y Sobremonte.

Aunque la Policía y la guardia local realizan operativos de control en el marco del programa Ojos en Alerta, comerciantes y residentes señalan que muchas veces las detenciones alcanzan a quienes efectivamente trabajan como cuidacoches y no a los que protagonizan disturbios o hechos delictivos.

Mientras tanto, el pedido de los vecinos sigue siendo el mismo: que el municipio avance con una solución definitiva para garantizar la seguridad y el orden en un sector cada vez más conflictivo.

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