“Vienen en modo sigilo”: el detalle sobre los F-16 que sorprendió a todos

La expectativa en Las Higueras volvió a poner a la aviación militar en el centro de la conversación pública. Pero más allá del impacto social del operativo y del movimiento de visitantes, la clave técnica del acontecimiento llegó de la mano de Franco Radice, piloto aeronáutico, ex militar y periodista especializado, quien detalló por qué los F-16 representan un cambio profundo para la capacidad defensiva del país.

Radice —integrante del equipo de Aero Bar— explicó que la llegada de este sistema de armas “cierra una novela de décadas” para quienes formaron parte de la Fuerza Aérea y soñaban con operar un caza de este calibre.Según señaló, se trata de aeronaves de estándar MLU, con mantenimiento “de excelencia” por parte de la Fuerza Aérea Danesa, reconocida internacionalmente por su rigor técnico.

Una aeronave pensada para el sigilo

Uno de los puntos centrales que destacó Radice es la capacidad de baja firma radar del F-16.La aeronave no sólo vuela con transponder apagado —una práctica habitual en vuelos ferry de aviones militares— sino que además incorpora una pintura microporosa especialmente diseñada para reducir la posibilidad de ser detectado.

“La pintura permite que la onda radar que vuelve sea tan pequeña que prácticamente es indetectable”, detalló.

A esto se suma el diseño propio del F-16, cuya superficie frontal equivalente en radar puede llegar a asemejarse a la de un halcón en vuelo, según explicó el especialista.La combinación entre formas, pintura y sistemas electrónicos convierte al F-16 en un caza extremadamente difícil de rastrear.

Un diseño adelantado a su tiempo

Aunque fue creado hace más de 50 años, el F-16 sigue siendo uno de los aviones de combate más utilizados del planeta, con operación en 29 países.Radice remarcó que el modelo adquirido por Argentina pertenece al Block 15, pero actualizado bajo el programa Mid-Life Update, lo que lo coloca en parámetros modernos de operación.

Esta actualización incluye mejoras en aviónica, sistemas de navegación, capacidad de combate y prolongación de vida útil, lo que lo convierte en un sistema vigente para las necesidades actuales de la región.

Tecnología, entrenamiento y una nueva etapa

El especialista también subrayó que la incorporación del F-16 implica un salto no solo en hardware, sino en doctrina, entrenamiento y cultura operativa.Por primera vez en décadas, la Fuerza Aérea accede a un caza supersónico con reconocimiento internacional y capacidades probadas en escenarios reales.

“Es un arma realmente letal, más allá de lo que muchos opinan sin conocer. Para quienes estuvimos en la Fuerza, es emocionante ver este proceso”, afirmó Radice.

Un hito que trasciende el día del aterrizaje

La presencia de especialistas, aficionados y visitantes en Las Higueras confirma la dimensión histórica del suceso. Sin embargo, el aporte técnico de Radice permite comprender por qué la adquisición de los F-16 marca un punto de inflexión para el país:no se trata solo de aviones nuevos, sino de una reconfiguración de la capacidad supersónica argentina, respaldada por tecnología probada y por estándares internacionales de operación que vuelven a colocar al país en la mesa de las fuerzas aéreas de la región.