G-FB8DD12N61
top of page

Venezuela, “cabeza de playa” de Marco Rubio en América Latina

  • Foto del escritor: Telediario Digital
    Telediario Digital
  • hace 4 horas
  • 3 Min. de lectura

Por Pablo M. Wehbe | El entonces Senador Marco Rubio –actual Secretario de Estado- era monotemático con la cuestión de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Llegó a comprometerse públicamente en la Universidad de Miami con los exiliados cubanos y venezolanos a “llevar la Democracia a toda América Latina”. Hoy es el más duro dentro del Gobierno de Estados Unidos de América que busca la salida militar contra Maduro, al que responsabiliza –además de la droga- de sostener al régimen cubano.


ree

Junto con el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, tensa la cuerda contra la CIA, que ha desaconsejado la “solución militar” para eliminar a Maduro. De hecho, más del 70% del electorado republicano rechaza una incursión militar en cualquier zona de América. Mucho menos los legisladores de ambas Cámaras.


En una publicación que funcionarios de la Casa Blanca hicieron en la red social “X”, se acusó a Maduro de ser un “dictadorzuelo, un pillo al que le llegó la hora de devolver los bienes y el petróleo que nos quitó” (sic). Supuestamente se estaba haciendo referencia a las empresas petroleras de EEUU que fueron nacionalizadas durante el Gobierno del Presidente Hugo Chávez.


Pero debe quedar en claro que el petróleo no es el principal elemento que justificaría el accionar norteamericano en Venezuela; en realidad es la primera maniobra para aleccionar a los países que son la puerta de entrada a los capitales chinos en América Latina. Lo que está detrás es, además de hacer caer a Maduro, condicionar severamente la ya herida economía cubana, y aislar cada vez más al Gobierno de Brasil.

En su momento se dijo que el chavismo había sido incapaz de cambiar la matriz productiva y exportadora de Venezuela; es que al Comandante Chávez le tocó gobernar en una etapa de altísimos precios internacionales del crudo, con lo cual su Gobierno –y el del Ecuador de Correa- se enamoraron de los petrodólares. Pero depender de exportaciones cuyo valor no es fijado por el país sino por el mercado internacional, tornan a esas eco-nomías en herramienta de la inestabilidad global. De hecho, Maduro está pagando altísimos costos por la caída de esos precios; a Trump solamente le cupo mover un dedo para decidir el bloqueo total a las exportaciones de petróleo venezolano para dañar casi mortalmente a su economía. Si le faltaba algo a Venezuela, es ahora tener incapacidad de exportar petróleo, cuya producción cae año tras año ante la falta de inversiones.


ree

La prensa europea ya plantea que en Caracas se palpa un clima pre bélico, aunque nada comparable a los días en los que Kennedy estuvo a punto de enfrentarse con la URSS por los misiles en Cuba, y donde la población norteamericana vaciaba estanterías para cubrirse ante una eventual guerra nuclear. En Caracas la gente les dice a los periodistas que, si bien estarían de acuerdo en que Maduro deje el poder, en un alto porcentaje rechazan la solución militar.


¿Habrá invasión? Difícil. Lo más probable es que puedan existir ataques puntuales por aire contra bases militares, buscando lo que hasta ahora ha fallado: que los propios mili-tares decidan prescindir de Maduro y derrocarlo

Pero esa posibilidad es casi imposible desde el vamos. Contrariamente a lo que puede creerse –que a Maduro lo sostienen los militares-, es exactamente al revés: son los militares los que necesitan que maduro continúe, porque es él, el Presidente, quien avala una estructura que ha hecho negocios de todo tipo en los últimos veinte años.


ree

Además, si lo sacaran a Maduro, quedaría Delcy Rodríguez, o Diosdado Cabello, o Vladimiro Padrino López. Para Washington ninguno de esos nombres es potable.


¿Y la oposición? La oposición venezolana está diseminada, debilitada y no es la flamante Premio Nobel Corina Machado quien sería la persona más indicada para conducir una transición. A decir verdad, ningún dirigente de la oposición “dura” de Venezuela sería potable para las propias Fuerzas Armadas con las que, guste o no, deberá convivir cual-quier eventual Gobierno de transición. Tal vez Venezuela llegó demasiado lejos en el intento no declarado de establecer un Partido de Estado y asociar oposición con sedición.


La construcción de una Democracia requiere prensa libre, oposición con capacidad de hacerse escuchar pero por sobre todas las cosas no son las intervenciones militares ex-tranjeras las que “crean” Estados o Democracias. La historia reciente lo prueba.

Ojalá que la sangre derramada en Libia, Irak y Afganistán permita evitar tamaños errores en América Latina.


 

(*) Pablo M. Wehbe es doctor en Derecho, especialista en relaciones internacionales. Además es profesor en la Universidad Nacional de Río Cuarto y en la de Villa María. En televisión, es columnista del programa “Argentina en Noticias” de Telediario Televisión

 
 

Telediario Digital

Imperio Televisión S.A. - Río Cuarto, Córdoba

2025 - Todos los derechos reservados.

LOGO SIN BAJADA 2

© 2019 by Tincho Carranza.

  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Black Instagram Icon
bottom of page