Trump mueve el tablero regional: señales de intervención en Venezuela y advertencia a Sudamérica
- Telediario Digital
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El anuncio del gobierno de Trump sobre posibles operativos “en tierra” en Venezuela reconfigura el mapa político regional. Pablo Wehbe analizó en Telediario Federal los movimientos militares, la presión sobre Maduro y el impacto que esto puede tener en Colombia, Brasil y el resto de Sudamérica.
Estados Unidos volvió a poner a la región en estado de alerta. La administración de Donald Trump dejó trascender que evalúa operativos “en tierra” en zonas críticas de Venezuela y Colombia, con el objetivo declarado de atacar nodos de producción y salida de droga. El analista internacional Pablo Wehbe aseguró que se trata del movimiento más agresivo de Washington en Sudamérica en años.
Según relató, tras una reunión del gabinete de Defensa en el Salón Oval, el secretario del área fue contundente: “Sabemos dónde están los malos. Controlamos el Caribe, pero es más fácil controlar en tierra”. Wehbe advirtió que detrás de ese mensaje no solo hay presión sobre Nicolás Maduro, sino también una “tarjeta amarilla” para Gustavo Petro.

Maduro, bajo presión y con un ultimátum
En la entrevista, Wehbe reveló un dato explosivo: una conversación telefónica de 15 minutos entre Trump y Maduro en la que el mandatario venezolano habría ofrecido dejar el poder bajo condiciones.
“Le pidió que asumiera Delsy Rodríguez de manera interina, que lo saquen de la Corte Penal Internacional, que indulten a 100 militares y que lo dejen manejar las fuerzas armadas desde el exilio”, explicó.
La respuesta de Trump habría sido tajante: “No es así como se manejan estas cosas”, y le habría dado “una semana”. Para Wehbe, es la primera vez que percibe que Maduro “tiene las horas contadas”.
Un escenario regional que se desplaza hacia la derecha
Wehbe también apuntó a un fenómeno más amplio: un corrimiento político continental que incluye a Chile, Perú, Ecuador y Colombia. Aseguró que en Santiago “José Antonio Kast ganará en 10 días” y que en Colombia la derecha retornaría al poder en los próximos meses. Este reacomodamiento, sostuvo, responde a dos objetivos de Estados Unidos: “expulsar a China del continente y aislar a Lula”.
Aunque Argentina no está en el centro del conflicto, la avanzada estadounidense modifica el escenario regional en un momento de fragilidad económica y reposicionamiento diplomático del país. El alineamiento del gobierno de Javier Milei con Washington puede abrir puertas, pero también profundizar tensiones con Brasil y otros socios sudamericanos.
Un conflicto abierto en Venezuela tendría efectos directos en migración, comercio y estabilidad política en todo el continente, especialmente en economías ya golpeadas como las de provincias del norte argentino.
En paralelo, la presión sobre Maduro aumenta y el tablero regional se mueve a velocidad inusual. Las próximas semanas serán clave para entender si la amenaza de intervención se materializa y cómo responderán los gobiernos sudamericanos en un continente que vuelve a estar bajo la sombra de las grandes potencias.

