Trabajadores de Petroquímica Río Tercero tomaron la planta ante el riesgo de quiebra

El gremio denunció que la empresa busca llevar la firma a la quiebra, descartó reincorporaciones e indemnizaciones y hasta planteó rebajas salariales. En respuesta, los trabajadores decidieron ocupar el complejo fabril.

La crisis en la Petroquímica Río Tercero sumó un nuevo capítulo de tensión. Este martes, en el marco de una reunión con la patronal, representantes del sindicato denunciaron que la empresa dio señales claras de querer llevar la firma a la quiebra, lo que implicaría la caída definitiva de la reincorporación de los empleados cesanteados, el pago de indemnizaciones y, además, una rebaja salarial para quienes aún continúan en actividad.

Ante este escenario, los trabajadores resolvieron tomar por completo el complejo fabril hasta que la situación se revierta. “Con la dignidad de las familias petroquímicas no se juega”, expresaron desde el gremio al anunciar la medida.

Un conflicto que no cesa

Hace tres semanas había concluido la extensión de la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo de la Provincia, que frenó momentáneamente los despidos de 124 empleados. En aquel momento, la empresa se comprometió a una mesa de negociación para avanzar en el “pronto pago” de salarios adeudados y en la discusión por las indemnizaciones.

Incluso, unos 80 de los cesanteados habían percibido el 50% de sus sueldos de julio y fueron reincorporados de forma provisoria, a la espera de nuevos acuerdos. Sin embargo, la compañía ya había presentado un concurso de acreedores, argumentando su delicada situación financiera.

La toma de la planta

Con el giro de las últimas horas, el sindicato confirmó que no se pondrá en marcha la planta de producción hasta que no haya respuestas concretas a los reclamos. La medida de fuerza incluye la permanencia total en el complejo fabril como forma de presión.

El gremio insiste en que la única salida viable es la reincorporación de los trabajadores despedidos, el pago completo de los salarios y el cumplimiento de las indemnizaciones pendientes. “La patronal pretende ajustar sobre los laburantes, pero nosotros decidimos defender nuestra fuente de trabajo con la fuerza de todos”, remarcaron.

El conflicto en Río Tercero mantiene en vilo a la comunidad local, donde la planta petroquímica es uno de los principales motores de empleo e ingresos.